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EE.UU. ratifica ultimátum: Libertad de presos políticos + cese de inhabilitaciones o el retorno de las sanciones

Washington pone sus cartas sobre la mesa, exigiendo acciones concretas de la administración de Maduro antes de fin de mes.

Washington ha establecido un ultimátum claro a Caracas: la liberación de tres ciudadanos estadounidenses que el gobierno de Biden considera detenidos injustamente, o la restauración de las sanciones que se levantaron temporalmente. La línea en la arena, dibujada antes de que noviembre llegue a su fin, se ha comunicado de manera inequívoca.

«Nuestra expectativa es que antes de fines de noviembre se habrá definido un camino para la rehabilitación de candidatos y se comience a liberar a los americanos detenidos injustamente y a los prisioneros políticos», señaló Juan González, el asesor principal para Latinoamérica del presidente Joe Biden.

La potencia norteamericana sigue manteniendo un arsenal de «sanciones muy robustas» a la espera, listas para ser desplegadas o retraídas dependiendo de los «avances o retrocesos» en el proceso en marcha.

La postura firme de Washington fue amplificada por la voz del secretario de Estado, Antony Blinken. Saludando la firma del acuerdo de hoja de ruta electoral entre la Plataforma Unitaria y representantes de Nicolás Maduro, Blinken subrayó la necesidad de acciones concretas. «Todos los que quieran postularse para presidente deben tener la oportunidad y tener derecho a igualdad de condiciones electorales, a libertad de movimiento y a garantías para su seguridad física», dijo.

Estos comentarios llegan en un momento de delicado equilibrio, donde la diplomacia y la determinación se entrelazan. Brian Nichols, subsecretario del Departamento de Estado, reflejó esta dualidad en una entrevista este miércoles con NTN24. «Yo confío en que se va a solucionar y por parte de los Estados Unidos siempre hemos comprendido que se va a solucionar ese tema. Si no funciona, entonces las medidas que pudiéramos tomar en favor de ese acuerdo no podrían avanzar”.

Mientras el reloj avanza hacia la fecha límite de noviembre, la tensión y la expectativa crecen en igual medida. Los ojos del mundo están puestos en Caracas, esperando ver si las acciones de la administración de Maduro pueden igualar sus palabras, o si una nueva ola de sanciones está en el horizonte inminente.