IGLESIA ORTODOXA

Ucrania prohíbe la Iglesia Ortodoxa dependiente del Patriarcado de Moscú

El Parlamento ucraniano toma una medida histórica en respuesta a la invasión rusa.

El jueves, 19 de octubre de 2023, marcó un giro significativo en la historia religiosa y política de Ucrania cuando el Parlamento adoptó, en primera lectura, un proyecto de ley que prohíbe la Iglesia Ortodoxa dependiente del Patriarcado de Moscú. Esta decisión se da en medio del contexto del apoyo de la institución a la invasión rusa a Ucrania.

La parlamentaria ucraniana Ina Sovsun calificó la medida como una «decisión histórica». «Para vencer al agresor (…) hay que privar a Rusia de toda posibilidad de perjudicarnos», añadió. El proyecto de ley, que obtuvo el apoyo abrumador de 267 votos a favor, superando con creces la mayoría requerida de 226, marca una línea divisoria clara entre la fe y la política.

Según el texto aprobado, se prohíbe cualquier actividad de «organizaciones religiosas» vinculadas con «el país que realiza la agresión armada contra Ucrania». La Iglesia ortodoxa asociada con el Patriarcado de Moscú, que una vez disfrutó de una significativa popularidad en Ucrania, ha estado perdiendo fieles en los últimos años, un fenómeno que se ha intensificado con el auge del sentimiento nacional ucraniano.

La creación de una Iglesia Ortodoxa de Ucrania independiente de Moscú en 2018, y la posterior invasión rusa en febrero de 2022, aceleraron aún más esta tendencia. La decisión de los legisladores ucranianos ha generado controversia, especialmente entre aquellos que continúan fieles a la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú.

La Iglesia ortodoxa ucraniana, que rompió oficialmente sus lazos con la Iglesia rusa en mayo de 2022, ha criticado la nueva ley, alegando que viola la Convención Europea de Derechos Humanos, que garantiza la libertad de culto. Sin embargo, para muchos ucranianos, la medida es vista como un paso esencial para salvaguardar la soberanía y la integridad del país en medio de un conflicto que ha fusionado de manera inextricable los ámbitos de la fe, la identidad y la política.

La tensión entre las esferas religiosa y política se mantiene en un punto crítico, evidenciando las complejas intersecciones entre la identidad nacional, la fe y la geopolítica en una región marcada por la contienda y la transformación. La prohibición de la Iglesia Ortodoxa afiliada a Moscú en Ucrania ilustra no solo las repercusiones religiosas de la invasión rusa, sino también las luchas en curso por definir y defender la identidad ucraniana en un momento de crisis profunda y cambio histórico.