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Von der Leyen compara a Putin con Hamás en reciente discurso

La presidenta de la Comisión Europea traza paralelos inquietantes y llama a la acción democrática.

En una entrega oratoria cargada de gravedad en el Instituto Hudson, Washington, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estableció una comparación alarmante entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el grupo islamista Hamás. Von der Leyen, pintó un cuadro donde ambos, según su perspectiva, están en misiones paralelas para «borrar del mapa» a Ucrania e Israel, respectivamente.

«Rusia y Hamás son parecidos», afirmó la política alemana, delineando una narrativa donde ambos entes se han emboscado en una cruzada para atacar vidas inocentes. Von der Leyen no se anduvo con rodeos al condenar lo que ella describió como el «mayor asesinato en masa» de judíos desde el Holocausto, atribuido a los ataques de Hamás.

«Estos terroristas, con el apoyo de sus amigos de Teherán, nunca pararán, e Israel tiene derecho a defenderse en línea con la ley humanitaria”, exclamó von der Leyen, marcando una postura clara de apoyo y solidaridad con Israel.

Aunque esta declaración no excluyó un llamado para atender las «necesidades humanitarias de los palestinos». La presidenta de Comisión Europea hizo hincapié en la escalada de ayuda humanitaria a Gaza desde la UE, mientras mantenía una postura vigilante ante la «volatilidad» en la región.

Irán no quedó fuera del radar de von der Leyen, que iluminó el «papel endiablado» del país en la equipación de Hamás para sus ataques. Una situación que, según ella, subraya la necesidad imperiosa de reforzar la vigilancia y garantizar que no haya «evasión» en el cumplimiento de las sanciones existentes.

Von der Leyen se encuentra en la víspera de una reunión crucial en la Casa Blanca con el presidente de EE. UU., Joe Biden. En un momento en que las democracias globales enfrentan desafíos sin precedentes, su mensaje es claro: “Occidente está sometido a un continuo test sobre su posible debilidad», y las potencias como la UE y EE.UU. tienen «una obligación de modelar» el futuro y defender los pilares de la democracia y la libertad.