La intervención en centros penitenciarios lleva a la recuperación de armamento y detenciones, asegura el régimen.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, celebró este lunes los logros alcanzados con la Operación «Gran Cacique Guaicaipuro» tras la intervención al penal José Antonio Anzoátegui, proclamando un «éxito total» en la iniciativa llevada a cabo a nivel nacional.
En su programa “Con Maduro +”, destacó la recuperación de más de 600 armas largas, supuestamente destinadas a ser empleadas en «guarimbas» y fomentar la violencia en los principales estados del país.
Maduro resaltó la liberación de los penales Tocorón, Tocuyito y Puente Ayala en un tiempo récord como parte de esta operación. “Para ganar espacios de seguridad y tranquilidad para la gente. Para combatir focos infectados de violencia”, expresó el presidente. Además, denunció que “grupos delincuenciales pagados” recibirían las armas incautadas para ejercer control sobre regiones estratégicas.
En un balance presentado, el ministro del Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos Ichaso, detalló la incautación de material peligroso y anunció el desmantelamiento de estructuras criminales operando desde el penal. Según Ceballos, se confiscaron 56 armas cortas, 12 armas largas, 130 armas blancas, granadas, explosivos, 77 cargadores y 1.500 cartuchos de varios calibres.
Además, Ceballos resaltó la detención de individuos que no deberían estar en la prisión, indicando que se iniciará una investigación correspondiente para sancionarlos. Posterior a la rehabilitación del centro penitenciario, se desplegará una fase de educación y trabajo para facilitar la reincorporación a la sociedad de los privados de libertad.
La intervención policial en el Centro Penitenciario José Antonio Anzoátegui, también conocido como Puente Ayala, en el estado Anzoátegui, fue confirmada más temprano por Ceballos.