Francisco Bustillo deja el cargo tras la divulgación de audios comprometedores y la presión política.
El escenario político uruguayo se encuentra en ebullición. El Canciller Francisco Bustillo ha presentado su renuncia luego de quedar involucrado en un sonado caso que investiga la entrega de un pasaporte a Sebastián Marset, un conocido narcotraficante. Este hecho, que ha sacudido los cimientos del Gobierno uruguayo, se basa en audios filtrados en los que Bustillo pide a su subalterna que no colabore con la Justicia.
Estos audios, que revelan la posible obstrucción de la justicia por parte de Bustillo, han desencadenado un fuerte repudio de todo el espectro político del país, incluidos miembros del oficialismo. Las palabras de Bustillo sugieren un intento de interferir en la investigación interna, lo que ha llevado a un clamor público pidiendo su salida.
El senador Jorge Gandini ha expresado su preocupación de que este escándalo pueda afectar negativamente al Gobierno si no se toman medidas adecuadas. Por su parte, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, ha manifestado su rechazo a la situación a través de sus redes sociales, subrayando la gravedad de las acciones y la necesidad de medidas inmediatas.
Este caso se suma a una serie de investigaciones que se iniciaron la semana pasada, en las que se interrogó a varios funcionarios sobre su posible participación en la entrega de pasaportes al narcotraficante Marset, quien fue detenido en Dubai en 2021.
Bustillo, en un intento de defenderse, sostuvo que no había nada ilegal en la tramitación del pasaporte y negó cualquier intento de mentir ante el Tribunal. Sin embargo, sus palabras contrastan con las acciones denunciadas en los audios filtrados, en los que parece estar incitando a su vicecanciller a ocultar información.
La vicecanciller, Carolina Ache, quien también renunció anteriormente, ha defendido su posición, destacando que fue la única que dejó su cargo y lo hizo no por irregularidades, sino por negarse a ocultar información a la Justicia.