Putin firma la ley tras su aprobación en el Parlamento, generando preocupaciones internacionales.
El dictador ruso Vladimir Putin firmó la ley que revoca la ratificación de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT). Esta decisión se produce después de que ambas cámaras de la Asamblea Federal rusa aprobaran la ley. Aunque el Kremlin ha asegurado que no reanudará las pruebas nucleares «por el momento», hay preocupaciones generalizadas sobre las intenciones futuras de Rusia en este sentido.
El CTBT, uno de los principales tratados internacionales para el desarme nuclear, fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1996 y firmado por 185 países. Sin embargo, no ha entrado en vigor debido a la no ratificación de nueve países, entre los que destacan Estados Unidos, China e Israel. Rusia, que ratificó el tratado en 2000, es el primer país signatario en revocarlo.
Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores, mencionó que la reanudación de las pruebas nucleares en Rusia dependería de acciones similares por parte de Estados Unidos. Este movimiento, en el contexto de la situación actual en Ucrania, ha levantado alarmas sobre una posible escalada militar y nuclear.
Aunque Putin ha señalado no tener una opinión formada sobre la reanudación de las pruebas nucleares, la reciente supervisión de simulacros con misiles balísticos y las declaraciones de políticos rusos en favor de la reanudación de las pruebas alimentan la preocupación internacional.
La revocación del tratado ha sido interpretada por muchos como una respuesta a la actitud de Estados Unidos en el ámbito nuclear, y ha sido descrita por el portavoz de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin, como una respuesta al «cinismo» de los Estados Unidos.
Con este escenario, el equilibrio y la estabilidad en el ámbito de la proliferación nuclear se ven amenazados. Es esencial que la comunidad internacional tome medidas para promover el diálogo y reforzar los esfuerzos de desarme.