Estados Unidos advierte que podría revertir la flexibilización de sanciones si Venezuela no libera a todos los presos políticos y deroga inhabilitaciones.
La relación entre Estados Unidos y Venezuela pende de un hilo con el ultimátum dado por el asesor presidencial estadounidense, Juan González, quien estableció el 30 de noviembre como la fecha límite para que el gobierno de Nicolás Maduro cumpla con las condiciones que llevaron al alivio de sanciones impuestas por la nación norteamericana.
La liberación de presos políticos y la derogación de inhabilitaciones políticas son los puntos focales que, de no ser atendidos, podrían desencadenar un retroceso en las licencias generales concedidas por Estados Unidos, así lo advirtió González en una entrevista concedida a NT24.
La administración de Maduro ya ha liberado a cinco presos políticos, pero para EE.UU. esto no es suficiente.
El Secretario de Estado Antony Blinken ha sido claro en exigir un proceso inclusivo para las próximas elecciones presidenciales del 2024, permitiendo la participación de todos los candidatos interesados. Además, González enfatizó la urgencia de Estados Unidos en la liberación de ciudadanos americanos detenidos en territorio venezolano, un asunto de especial interés para la Casa Blanca.
La advertencia de González, en la entrevista concedida a Gustau Alegret, reitera la postura de Estados Unidos ante la crisis venezolana: una firme exigencia de respeto a los derechos políticos y humanos como condición para mantener cualquier alivio sancionatorio.
Con el plazo acercándose y el mundo observando, las decisiones del gobierno de Maduro en las próximas semanas serán determinantes en el futuro de las relaciones bilaterales y en el curso de la política venezolana.