Oleada de drones ucranianos en territorio ruso en respuesta a la invasión de Putin.
En una serie de acciones que demuestran la capacidad ofensiva de Ucrania, drones dirigidos han atacado objetivos clave en territorio ruso, intensificando la presión sobre las defensas antiaéreas de Moscú.
Una planta de misiles hipersónicos Kinzhal en la región de Moscú y una fábrica de explosivos en Briansk fueron los objetivos recientes, generando no solo daños físicos sino también un mensaje estratégico.
A pesar de estar en la mira de sanciones, Rusia parece encontrar resquicios para seguir su producción armamentística, incluso con ayuda de componentes europeos. Los informes sobre estas incursiones llegan en un momento donde el presidente Zelenski advierte de posibles represalias rusas contra infraestructuras ucranianas, instando a prepararse para un invierno que, sin duda, será desafiante.