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Boric está soltero: Anuncia separación de su pareja

El presidente chileno confirma el fin de su relación con Irina Karamanos y aclara rumores sobre su vida personal.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha hecho pública su separación de Irina Karamanos, su pareja durante los últimos cuatro años, a través de un mensaje en su cuenta de Instagram.

En él, Boric alaba las cualidades de Karamanos y reflexiona sobre el tiempo compartido, el amor mutuo y los desafíos enfrentados juntos, especialmente durante los años más intensos de sus vidas. A pesar de la separación, el presidente destaca que ambos han decidido seguir siendo compañeros.

Boric también abordó los rumores y especulaciones que han circulado en Chile recientemente, explicando que la decisión de separarse fue tomada después de largas conversaciones y que no hay terceras personas involucradas. El presidente expresó su deseo de que preferían vivir este proceso en privado, pero optaron por compartir su historia para evitar malentendidos y rumores.

La noticia llega en medio de la ausencia notable de Karamanos en eventos oficiales recientes y cambios en la rutina del presidente, como la entrega de dulces de Halloween sin su compañía y su asistencia solitaria a un restaurante.

En diciembre pasado, Karamanos había anunciado su renuncia a las funciones de primera dama y la reformulación del rol tradicional asociado a este título. Desde entonces, se ha dedicado a escribir un libro y a participar en actividades políticas.

Además, el diputado Andrés Jouannet (Amarillos) solicitó explicaciones al Ministerio del Interior sobre las visitas privadas del presidente, una acción que fue recibida con sorpresa y críticas por parte de colegas de distintos espectros políticos. El ministro del Interior subrogante, Manuel Monsalve, aseguró que Boric siempre está acompañado por su escolta, subrayando la protección constante del mandatario.

El anuncio de Boric y Karamanos subraya la atención constante que reciben las figuras públicas en su vida privada y la necesidad de manejar con cuidado las narrativas personales en el ojo público.