La quita de puntos al Everton por incumplir el Fair Play Financiero podría presagiar sanciones mayores para gigantes como Manchester City y Chelsea.
La Premier League vive momentos de alta tensión tras el anuncio de una sanción sin precedentes al Everton por violar el Fair Play Financiero, lo que podría ser solo la punta del iceberg.
El castigo, una quita de diez puntos, no solo coloca a los Toffees en una delicada situación deportiva, sino que ha provocado un estado de alerta en clubes como Manchester City y Chelsea, donde «se avecine un terremoto de magnitud mucho mayor», según palabras recogidas por The Guardian.
El temor es palpable, dado que los Ciudadanos y los Blues enfrentan investigaciones por presuntas irregularidades financieras, con el Manchester City acusado de más de 100 infracciones y Chelsea bajo escrutinio por transacciones durante la era Abramovich.
Catherine Forshaw, abogada deportiva, reflejó el nerviosismo en el ambiente: “Ya existe un precedente… el descenso no está descartado”.
Los clubes afectados por la posición actual del Everton también han mostrado su descontento, con el Daily Mail informando sobre posibles demandas millonarias, mientras que The Times especula sobre la posibilidad de sanciones aún más severas para los implicados en investigaciones actuales.
La sanción al Everton, aunque devastadora, sirve como un aviso a la liga de que las infracciones financieras serán tomadas con extrema seriedad. Con el City y el Chelsea en la mira, la integridad de la Premier League y su adhesión al Fair Play Financiero se ponen a prueba en un escenario donde los clubes deben actuar con la máxima precaución, tal como detalla el abogado deportivo Nii Anteson.
La comunidad futbolística observa con atención las implicaciones de estas investigaciones, consciente de que las resoluciones podrían reconfigurar el paisaje del fútbol inglés y posiblemente, su futuro.