Un potencial acuerdo energético podría impulsar la producción de gas natural en Venezuela y fortalecer las exportaciones de Trinidad y Tobago.
Venezuela está a punto de dar un gran paso en su sector energético al aproximarse a la aprobación de una licencia para Royal Dutch Shell y la Compañía Nacional de Gas de Trinidad y Tobago (NGC) con el objetivo de desarrollar el prometedor campo marino de gas natural Dragón y comenzar la exportación hacia el país caribeño.
Este movimiento se enmarca en un esfuerzo más amplio de Trinidad para potenciar su procesamiento de gas y sus exportaciones petroquímicas, mientras que para Venezuela representa una vital inyección de efectivo.
Según informaciones de Reuters, este entendimiento bilateral busca acelerar el desarrollo energético transfronterizo, aprovechando una autorización emitida por Estados Unidos en enero, la cual permite el desarrollo del mencionado campo por un período de dos años. Los términos de la licencia, que se extendería por 25 años para el campo Dragón, aún están en discusión, pero las conversaciones parecen avanzar favorablemente hacia un acuerdo inminente.
El campo Dragón, situado en aguas venezolanas cercanas a la frontera marítima con Trinidad y Tobago, alberga hasta 4.2 billones de pies cúbicos de gas. Shell operaría el proyecto con una participación mayoritaria del 70 %, dejando el 30 % restante para NGC, según los términos propuestos actualmente. PDVSA, que descubrió las reservas y financió la infraestructura existente, no tendría una participación directa en el proyecto; sin embargo, Venezuela se beneficiaría al recibir dinero o una porción de la producción de gas en forma de regalías.
El acuerdo surge después de que en 2013 PDVSA finalizara las pruebas de producción de gas en el campo Dragón, pero no lograra activarlo comercialmente debido a la falta de capital y a las sanciones impuestas por Estados Unidos. El alivio reciente de estas sanciones ha permitido que las negociaciones cobren impulso, facilitando que Venezuela pueda recibir ingresos por la venta del gas.
El volumen inicial propuesto para la exportación es de 300 millones de pies cúbicos por día (mpcd) de gas venezolano hacia Trinidad para la producción de gas natural licuado (GNL), comenzando a finales de 2026, con 50 mpcd adicionales destinados a plantas petroquímicas. Esto podría ayudar a Trinidad y Tobago a mitigar el déficit en su producción de gas, que actualmente se sitúa en aproximadamente 2.7 mil millones de pies cúbicos por día (bcfd), frente a una capacidad de procesamiento de 4.2 bcfd.
Las partes han acordado en principio un precio que llevaría el gas a través de la frontera a menos de 3 dólares por millar de pies cúbicos (mcf), y PDVSA busca un bono de firma por adelantado de aproximadamente 65 millones de dólares, aunque Shell y NGC prefieren condicionar cualquier pago a la consecución de ciertos hitos del proyecto.
El plan contempla dos líneas de transporte para el gas: una ya parcialmente construida por PDVSA que llegaría hasta Guiria en la costa oriental de Venezuela, y una segunda que se conectaría con el campo Hibiscus de Shell en Trinidad.
Este acuerdo energético promete ser un punto de inflexión en la relación bilateral y en el panorama energético de la región.