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“Big data”, “cookie”, “no binario”: La RAE renueva el diccionario

Nuevas palabras y conceptos reflejan la evolución lingüística y social en la última actualización del diccionario.

La Real Academia Española (RAE) despliega un nuevo horizonte léxico con la incorporación de términos que reflejan tendencias contemporáneas y la dinámica cultural en la versión electrónica 23.7 del Diccionario de la lengua española (DLE).

El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, anunció este martes la adición de palabras como ‘machirulo’, ‘big data’, ‘cookie’, y ‘no binario’, entre otras, en un esfuerzo por capturar la esencia de una sociedad en constante transformación.

Entre los neologismos y términos que se hacen eco de la realidad tecnológica, social y cultural, ‘chundachunda’, ‘oscarizar’, ‘georradar’, y ‘tecnociencia’ se suman al rico tapiz del idioma español.

Además, la actualización marca un hito con la introducción de sinónimos y antónimos en 42.882 artículos, un testimonio de la búsqueda de la RAE por proporcionar un recurso más integral y útil.

Curiosidades lingüísticas como ‘crack’, ‘cochifrito’, y ‘colín’ enriquecen el DLE en el ámbito gastronómico, mientras que términos de resonancia global como ‘balconing’, ‘perreo’, y extranjerismos ampliamente adoptados como ‘banner’, ‘braket’, y ‘sexting’ reflejan la permeabilidad del español a influencias externas.

Las definiciones de conceptos estructurales como ‘patriarcado’ y ‘matriarcado’ han sido modificados para establecer un paralelismo, mientras que en la esfera ambiental se introducen ‘biocapacidad’, ‘descarbonizar’, y ‘corredor ecológico’. En el ámbito de la salud, palabras como ‘cardiocirculatorio’, ‘hormonación’, y ‘presoterapia’ se incorporan al léxico académico.

La cultura popular y el entretenimiento no quedan atrás, con la inclusión de ‘supervillano’ complementando al ya existente ‘superhéroe’, y verbos de uso cotidiano como ‘posturear’ y ‘pixelar’ ahora forman parte oficial del idioma.

La actualización también refleja la expansión geográfica de ciertas palabras, eliminando la marca de americanismos en términos como ‘acalambrar’ y ‘mordida’, y añadiendo ‘porsiacaso’ y ‘pura vida’ en su acepción costarricense.

La RAE subraya que estas adiciones y cambios no son el resultado de peticiones populares o campañas, sino que obedecen al uso real del idioma por parte de los hispanohablantes. Este meticuloso proceso, que puede durar hasta dos años, culmina con la integración de términos que ya son parte del habla cotidiana y que, a partir de ahora, cuentan con el aval de la academia.

La futura dirección del DLE estará en manos de la académica Dolores Corbella a partir de enero, sucediendo a Paz Battaner, en una transición que promete seguir adaptando el diccionario a las evoluciones del español.