IA

El nuevo conflicto entre EE.UU. y China que está escalando a pasos agigantados

EE.UU. y China lideran en la integración de IA en estrategias militares, subrayando la urgencia de acuerdos internacionales.

En una era donde la supremacía tecnológica dicta cada vez más el poder global, Estados Unidos y China están intensificando sus esfuerzos para perfeccionar la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en aplicaciones militares. La estrategia de China de integrar la IA en su estrategia militar, bajo la guía del presidente Xi Jinping, refleja su ambición de desafiar la superioridad militar de larga data de EE.UU. en la región del Indo-Pacífico.

China ha implementado reformas militares significativas desde 2015, en parte para cambiar el enfoque del Ejército Popular de Liberación (PLA) de la defensa territorial a la proyección de poder extendida. La creación de la Fuerza de Apoyo Estratégico (SSF) centralizó misiones en dominios más amplios y se encargó de integrar funciones estratégicas como el espacio, el ciberespacio, la guerra de información y psicológica.

La SSF desempeña un papel crucial en la estrategia militar de IA de China, siendo responsable de numerosos contratos de equipos relacionados con la IA dentro del PLA. Esta inversión es parte de un esfuerzo más amplio para aprovechar las asociaciones público-privadas en nuevas tecnologías.

Por su parte, Estados Unidos también ha estado desarrollando activamente sus capacidades de IA, especialmente en aplicaciones militares. El Departamento de Defensa (DoD) de EE.UU. lanzó su estrategia en 2023, centrada en acelerar la adopción de capacidades avanzadas de IA. Esta estrategia enfatiza mantener la superioridad decisiva en el campo de batalla y se basa en años de liderazgo del DoD en el desarrollo de IA.

Proyectos como «Replicator», que busca desplegar miles de vehículos autónomos con IA para 2026, y el uso de herramientas asistidas por IA en el espacio, como el prototipo operativo «Machina» de la Fuerza Espacial de EE.UU., son ejemplos de cómo el país está integrando la IA en sus estrategias militares.

Sin embargo, la dependencia de EE.UU. de importaciones de semiconductores, aumentadas en un 13% en 2023, subraya una considerable dependencia de fuentes extranjeras para estos componentes esenciales, lo que podría impactar significativamente su capacidad de mantener y avanzar sus capacidades de IA en el sector militar.

A medida que la carrera por la supremacía en IA alcanza su punto álgido, tanto Estados Unidos como China han reconocido la necesidad de diálogo, especialmente a la luz de las crecientes tensiones sobre Taiwán, una posible carrera armamentística nuclear y acusaciones de espionaje. Ambas naciones han participado en conversaciones cruciales sobre el uso futuro de la IA en áreas militares sensibles.

Un área crítica de preocupación en estas conversaciones es la automatización de los sistemas de mando y control (C2) nucleares con IA. Expertos como Oriana Skylar Mastro de la Universidad de Stanford han señalado la necesidad de un acuerdo para evitar tal automatización. Se ve como crucial la supervisión humana actual en la toma de decisiones y procedimientos de lanzamiento para sistemas nucleares.

A pesar de estas conversaciones, parece poco probable que cualquiera de las partes acepte una prohibición que limite su libertad para desplegar la IA en sus militares. La ley de EE.UU., por ejemplo, impide que el presidente haga tal compromiso sin la aprobación del Congreso. Por otro lado, China está más interesada en un diálogo ampliado sobre la IA que en alcanzar un acuerdo específico.

Además de los desafíos éticos y legales, la integración de la IA en contextos militares plantea preocupaciones sobre la vigilancia y control sistemáticos y continuos de objetivos civiles, la fiabilidad de los sistemas de armas habilitados por IA y la atribución de responsabilidad por las acciones de estos sistemas autónomos.

Por todo esto, surge la necesidad de acuerdos y normativas internacionales que regulen el uso de la IA en aplicaciones militares. Iniciativas como la Declaración Política sobre el Uso Militar Responsable de la IA y la Autonomía, y los llamados del Parlamento Europeo para un marco legal de la UE sobre la IA, particularmente en su uso militar, son pasos cruciales en abordar estos desafíos.

En resumen, aunque la IA ofrece capacidades transformadoras en el ámbito militar, su uso plantea importantes dilemas éticos y legales que requieren una regulación internacional cuidadosa y considerada para asegurar que se respeten los principios humanitarios y el derecho internacional.