Israel presiona por soluciones diplomáticas en la frontera con Líbano, advirtiendo posibles acciones militares ante la inactividad de Beirut y la comunidad internacional.
En un contexto de creciente tensión en la frontera norte de Israel, el ministro de Defensa, Banny Gantz, advirtió este miércoles que la situación actual debe cambiar.
En una rueda de prensa transmitida por redes sociales, Gantz señaló que «el cronómetro para una solución diplomática se está acabando» y que si no se actúa para frenar los ataques contra los residentes del norte de Israel y distanciar a Hezbolá de la frontera, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) intervendrán.
Por su parte, el ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, llevó a un grupo de embajadores a la frontera con Líbano, tras un reciente ataque de Hezbolá que hirió a once israelíes.
«El recorrido es parte de la política y de la actividad diplomática del Ministerio de Exteriores para ejercer presión internacional sobre el Gobierno libanés», informó el Ministerio en un comunicado, destacando la urgencia de evitar una guerra en Líbano.
Cohen enfatizó que Israel buscará «aprovechar al máximo la opción diplomática», pero advirtió que «si no funciona, todas las opciones están sobre la mesa». Además, lanzó una advertencia directa al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, indicando que él podría ser el próximo objetivo.
El anuncio llega en medio de un recrudecimiento del intercambio de fuego en la zona fronteriza. Hezbolá ha intensificado sus ataques, lanzando una treintena de cohetes contra la localidad israelí de Kiryat Shmona, marcando el sexto ataque reivindicado por el grupo armado libanés contra objetivos en el norte de Israel. Estos acontecimientos subrayan la volátil situación en la frontera y la necesidad urgente de una solución que prevenga una escalada mayor del conflicto.