Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido expresan su preocupación por el aumento de la producción de uranio enriquecido de Irán y su impacto en la estabilidad nuclear.
Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido expresaron este jueves su firme condena a la reciente aceleración en la producción de uranio enriquecido por parte de Irán, una acción que fue destacada en un reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En un comunicado conjunto, estas potencias manifestaron: «Condenamos esta medida que agrava aún más la continua escalada del programa nuclear iraní». La declaración subraya la urgencia de la situación y la necesidad de que Irán dé marcha atrás inmediatamente en estos pasos y su programa nuclear en general.
Además, los países reafirmaron su compromiso con una solución diplomática, declarando: «Seguimos comprometidos con una solución diplomática y reafirmamos nuestra determinación de que Irán nunca desarrolle un arma nuclear». Este comentario pone de manifiesto la gravedad con que se toma la situación y la voluntad de buscar una resolución pacífica y diplomática.
El comunicado también señaló: «La producción de uranio altamente enriquecido por parte de Irán no tiene una justificación civil creíble». Esta afirmación refleja la preocupación de que las acciones de Irán puedan no estar dirigidas a fines pacíficos.
Según el OIEA, las reservas de uranio enriquecido de Irán superan en más de 22 veces el límite establecido por el acuerdo nuclear de 2015, un hecho que ha intensificado la preocupación internacional sobre las intenciones y capacidades nucleares de la nación.
El OIEA también criticó la reciente decisión de Irán de prohibir el acceso a sus instalaciones nucleares a varios de sus inspectores, lo cual ha impactado «directa y gravemente» la capacidad del organismo para monitorear el programa nuclear iraní.