Ejercicios militares con fuego real por parte de Corea del Sur y Estados Unidos cerca de la frontera norcoreana intensifican las tensiones en la península coreana.
Las fuerzas armadas de Corea del Sur y Estados Unidos han llevado a cabo maniobras militares con fuego real cerca de la frontera con Corea del Norte, según un comunicado del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano. Estos ejercicios, realizados en la localidad de Pocheon, a 45 kilómetros al noreste de Seúl, representan una escalada significativa en la tensión militar en la península coreana.
Las maniobras, que comenzaron el pasado 29 de diciembre y se extenderán hasta mañana 5 de enero, implican la participación de unidades de infantería y buscan mejorar las capacidades interoperativas entre los aliados. En estos ejercicios participaron 110 sistemas de armamento surcoreanos y estadounidenses, incluyendo tanques K1A2, vehículos blindados K-600, aviones de combate A-10 y sistemas de artillería.
La agencia estatal de Corea del Norte, KCNA, ha criticado duramente estas maniobras, calificándolas de acciones “auto destructivas”. Además, señaló que la marina surcoreana también llevó a cabo maniobras con fuego real el día anterior.
Por otro lado, el portavoz del JCS, Lee Sung-jun, afirmó que el ejército de Corea del Norte ha estado realizando sus tradicionales maniobras de invierno desde antes de fin de año. Estos ejercicios suelen incluir ensayos de artillería y se extienden hasta la primavera.
El contexto de estas maniobras es particularmente tenso. El líder norcoreano, Kim Jong-un, declaró recientemente que no hay posibilidad de reconciliación o reunificación con el Sur, y afirmó que su régimen continuará reforzando su programa nuclear y de misiles. Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, enfatizó en su discurso de Año Nuevo que Seúl y Washington modernizarán su estrategia de disuasión, incluyendo la opción nuclear.
Desde el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pyongyang ha aprobado un plan de modernización armamentística, rechazado el reinicio del diálogo y buscado un mayor acercamiento con Beijing y Moscú. Mientras tanto, Seúl y Washington han intensificado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión, aumentando la frecuencia de sus maniobras conjuntas y desplegando activos estratégicos estadounidenses en la península.