La gasolina y el diésel experimentarán incrementos superiores al 500%.
La dictadura cubana, en un intento por revitalizar su economía, ha anunciado un drástico aumento en los precios de la gasolina y el diésel a partir del 1 de febrero de 2024. El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Reguero, confirmó en televisión estatal que el precio de la gasolina regular se quintuplicará, pasando de 25 pesos cubanos a 132 (equivalente a 1,1 dólares al cambio oficial), lo que representa un incremento del 528%. Asimismo, la gasolina especial aumentará de 30 a 156 pesos por litro, y el diésel especial de 27,5 a 150 pesos, con incrementos del 520% y 546%, respectivamente.
Los precios mayoristas también experimentarán subidas, aunque en menor medida. La gasolina regular aumentará de 16,46 a 24,30 CUP por litro, la especial de 17,37 a 26 pesos, y el diésel de 15,12 a 28 pesos.
Reguero justificó estos aumentos argumentando la necesidad de alinear los precios a la tasa de cambio oficial de 120 pesos por dólar. Además, señaló que aproximadamente 28 gasolineras en el país comenzarán a cobrar combustible a turistas en divisas, con el objetivo de obtener divisa para el aprovisionamiento de combustible en la isla.
En paralelo, se anunció un aumento en la tarifa eléctrica para consumidores domésticos que superen los 500 kilovatios por hora, con un alza del 25% por cada kilovatio extra. Según el ministro de Energía y Minas, este ajuste afectará solo entre el 2% y el 5% de los consumidores.
Este plan de ajuste macroeconómico en Cuba para 2024, que incluye subidas en servicios esenciales como la energía, el agua y el gas, además del incremento en los combustibles y el fin del subsidio universal en alimentos, busca enfrentar una profunda crisis económica. La isla cerró 2023 con una contracción del PIB de hasta el 2%, un déficit fiscal del 19% del PIB y una inflación que supera el 30%, según cifras oficiales del gobierno.
El régimen ha enfatizado que estas medidas no afectarán a los sectores más vulnerables de la sociedad.