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Freddy Superlano desmiente firma de carta a favor de Álex Saab

El dirigente político Freddy Superlano niega haber firmado una carta de buena conducta para el empresario Álex Saab y se ofrece a someterse a prueba grafotécnica.

Freddy Superlano, dirigente del partido Voluntad Popular (VP), negó categóricamente haber firmado una carta de buena conducta en favor del empresario colombiano Álex Saab. En una declaración pública en sus redes sociales, Superlano aclaró su postura frente a las recientes acusaciones que lo vinculaban con Saab.

«Jamás firmé una ‘carta de buena conducta’ a favor de Alex Saab, por el contrario, fui promotor en solicitar en instancias internacionales posibles sanciones contra este individuo», afirmó Superlano. Este desmentido surge días después de que se informara sobre una denuncia ante Europol España, que lo señalaba supuestamente cercano a Saab.

Superlano, recordando su labor en 2019 como presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, destacó que en ese entonces ya había negado la autoría de la firma y nunca realizó gestiones a favor de Saab en España. «La firma que aparece en dicho documento no pertenece a Freddy Superlano», enfatizó.

Además, remarcó su esfuerzo en solicitar sanciones internacionales contra Saab y otros individuos, y señaló que por estas razones tuvo que exiliarse y pasar a la clandestinidad en 2020. Superlano criticó la función de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, argumentando que no es un órgano para emitir cartas de buena conducta a particulares.

Para reforzar su posición, Superlano se ofreció a someterse a una prueba grafotécnica que demostraría la invalidez de la firma en cuestión. También mencionó la llamada «operación alacrán», describiéndola como un episodio donde diputados traicionaron la confianza del pueblo al intentar mejorar la imagen de Saab, quien, según Superlano, se lucró vendiendo comida en mal estado y con sobreprecio bajo la protección del Estado.

Superlano lamentó que su firme oposición al gobierno de Nicolás Maduro y su denuncia de la operación le llevaron al exilio y a la clandestinidad hasta agosto de 2020.