HUELGA

Gobierno argentino minimiza impacto de la huelga general: Dicen que sólo hubo 0,19% de acatamiento

Portavoz presidencial de Argentina declara que la huelga general tuvo un acatamiento del 0,19% entre los trabajadores y no afectó la normalidad comercial.

La media jornada de huelga general que sacudió Argentina el pasado miércoles no ha pasado inadvertida para el Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, desde la Casa Rosada se ha buscado minimizar el impacto de esta movilización, considerando que el acatamiento fue «muy bajo» y que la jornada no afectó significativamente la vida comercial en el país.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del gabinete, el portavoz presidencial Manuel Adorni puso énfasis en la baja adherencia a la huelga. Según sus palabras, el paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) apenas representó a un 0,19% de la masa laboral argentina. Estas declaraciones se alinean con la información proporcionada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien contabilizó unas 40.000 personas en las movilizaciones de Buenos Aires, especialmente en las inmediaciones del Congreso.

«Destacamos el funcionamiento del protocolo de seguridad, las denuncias y agradecemos a los millones de argentinos que han confiado en nosotros y no han adherido a este paro», afirmó Adorni. Esta postura refleja la visión del Ejecutivo de Milei de que la huelga no tuvo el impacto esperado por los organizadores y que la situación en el país continúa su curso normal.

Es importante recordar que esta huelga fue la primera desde el año 2019 y surgió como una respuesta a las reformas económicas y sociales impulsadas por el Gobierno ultraliberal de Milei. Estas reformas han generado controversia y división de opiniones entre diferentes sectores de la sociedad argentina.

El Gobierno de Milei, conocido por su enfoque económico liberal, parece estar dispuesto a mantener su rumbo, enfatizando la normalidad y estabilidad en el país, incluso frente a movilizaciones sindicales y sociales. La postura del Ejecutivo frente a esta y futuras huelgas será un indicador clave de cómo se manejarán las tensiones sociales y laborales bajo su mandato.