Michael Fakhri expresa preocupaciones sobre la situación alimentaria de detenidos en Venezuela y critica las restricciones impuestas durante su visita.
Michael Fakhri, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho a la alimentación, ha expresado serias preocupaciones tras su visita de dos semanas a Venezuela, donde enfrentó constantes obstáculos impuestos por el régimen de Nicolás Maduro.
En una rueda de prensa, Fakhri reveló que le fue negado el acceso a centros de detención y que su agenda fue modificada repetidamente por las autoridades, limitando su capacidad para realizar una evaluación adecuada de la situación.
A pesar de estas restricciones, el relator describió la alarmante situación alimentaria y de salud de los detenidos en centros de custodia preventiva, citando un informe de la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) que señala cómo estos lugares albergan casi el doble de internos de su capacidad. Fakhri destacó la falta de provisiones básicas como comida, agua, baños y atención sanitaria en estos centros, calificándolos de «inhumanos, degradantes y que pueden constituir torturas».
La situación es crítica para los detenidos, quienes enfrentan retrasos judiciales prolongados que convierten estos «calabozos temporales» en lugares de detención a largo plazo, donde algunas personas cumplen penas de varios años.
Esta realidad contrasta con las cárceles regulares, donde, según Fakhri, las condiciones son «algo mejor».
El relator especial también mencionó las dificultades logísticas y las «frustraciones» experimentadas al tratar de atender reuniones importantes, criticando la priorización del gobierno de actividades protocolares y oficiales que consumieron tiempo valioso de su misión.