Sectores clave como bebidas y textil enfrentan caídas significativas, revela informe de Conindustria.
La economía venezolana enfrentó desafíos significativos en 2023, con una reducción del 4,3% en la producción industrial privada comparada con el año anterior, según cifras preliminares divulgadas por la Confederación de Industriales (Conindustria).
Este retroceso destaca la persistente fragilidad en sectores fundamentales de la economía, pese a los esfuerzos por estabilizar y promover el crecimiento.
La contracción se evidenció de manera notable en el primer semestre, con una caída del 4,7% en el primer trimestre y un alarmante 12,3% en el segundo trimestre. Aunque el sector experimentó un repunte del 9% en el último trimestre, no fue suficiente para revertir la tendencia negativa del año.
Sectores como el de bebidas, plástico y caucho, y textil y calzado experimentaron caídas de dos dígitos, siendo el sector de bebidas el más afectado con una disminución del 25%.
Luigi Pisella, presidente de Conindustria, subrayó que el crecimiento observado en los últimos meses del año no compensó las pérdidas acumuladas.
Los industriales venezolanos enfrentan múltiples desafíos, entre ellos, tributos considerados excesivos, la escasez de financiamiento, una demanda nacional debilitada, la competencia de productos importados y un entorno de alta inflación.
Además, el informe revela que la industria operó solo al 37,5% de su capacidad instalada en el cuarto trimestre, lo que representa una disminución respecto al 39,9% del mismo periodo en 2022. Esta cifra contrasta notablemente con la capacidad operativa de la industria en países vecinos como Brasil y Colombia, donde se utiliza aproximadamente el 79% de la capacidad instalada.
En cuanto a las ventas, los resultados de una encuesta aplicada a 228 empresarios indican una leve mejora en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el año anterior, aunque esta mejora no es homogénea ni suficientemente robusta para señalar una recuperación sostenida del sector.