Tarek William Saab presenta pruebas contra la defensora de derechos humanos, señalándola de comprometer la seguridad nacional.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, en una rueda de prensa este lunes, renovó sus acusaciones contra Rocío San Miguel, señalándola directamente de participar en actividades de espionaje.
Según Saab, San Miguel habría estado involucrada en la entrega de información sensible sobre la Fuerza Armada venezolana a representantes de cuatro embajadas extranjeras, calificándola de actuar contra la soberanía nacional.
«La señora Rocío San Miguel fungía como espía, a través de parejas o relaciones públicas con miembros de las Fuerzas Armadas para planificar acciones en contra de la soberanía nacional», afirmó Saab. Este señalamiento viene acompañado de la presentación de 18 mapas cartográficos incautados durante el allanamiento a la vivienda de San Miguel. Estos documentos, que detallan ubicaciones y zonas de seguridad de instalaciones militares a lo largo del país, son considerados por el fiscal como evidencia de un «trabajo de inteligencia sostenido en el tiempo».
El fiscal argumenta que, a pesar de que los mapas y las gacetas oficiales que establecen las zonas de seguridad son de acceso público, su compilación sistemática por parte de San Miguel sugiere una intención subyacente de espionaje. Además, se han encontrado listados y perfiles de mandos militares del país, así como indicaciones de que San Miguel poseía listas completas del personal militar.
Saab cuestiona la necesidad de una activista de derechos humanos de poseer tal tipo de información, insinuando que sus acciones se alinean más con las de un agente de inteligencia que con las de una defensora de los derechos humanos. La acusación se extiende a alegaciones de que San Miguel proporcionó información sobre el fortalecimiento de los sistemas de defensa antiaérea del país a un embajador europeo, además de mantener intercambios similares con embajadas de otros tres países.