En medio de ajustes económicos, el gobierno revierte un aumento salarial ejecutivo y apunta a antiguas normativas.
En una decisión que sacude el panorama político de Argentina, el presidente Javier Milei anunció el despido de su secretario de Trabajo, Omar Yasín, tras la controversia desatada por un aumento salarial de hasta el 48% para los miembros del Ejecutivo. Este ajuste salarial, que llega en un momento de aguda crisis socioeconómica y bajo la bandera del ajuste fiscal propugnado por el gobierno, fue rápidamente revocado ante el escándalo público, según declaraciones del presidente a LN+.
«Despedí al secretario de Trabajo; en este momento lo están notificando por este error», señaló Milei, quien se ha visto forzado a dar marcha atrás en la subida salarial autorizada por el decreto 206/2024, co-firmado por él y su jefe de gabinete, Nicolás Posse. Este lunes, el Boletín Oficial publicó la anulación de dicho aumento, evidenciando la rápida reacción del Ejecutivo ante la polémica.
El motivo detrás del despido de Yasín permanece algo difuso, ya que la redacción y firma del decreto no dependían directamente de su secretaría. Sin embargo, Milei ha apuntado a una orden previa de enero, donde se especificaba que no habría aumentos salariales para el personal jerárquico, sugiriendo que el incremento iba en contra de esta directiva.
En una trama que se complica aún más, Milei ha responsabilizado a normativas firmadas durante la presidencia de Cristina Fernández, particularmente una del año 2010, que establecía que los puestos jerárquicos no podían tener ingresos inferiores a sus subordinados. Este marco normativo, según el presidente, habría desencadenado el aumento salarial tras recientes acuerdos paritarios.
La situación ha llevado a Milei a justificar el error alegando la condición de «outsider» de su gobierno frente a una «casta política» acostumbrada a subidas automáticas de salario, mecanismos que, según él, están diseñados para pasar desapercibidos a menos que se tenga un conocimiento experto.
La disputa ha trascendido lo político, con un intercambio de mensajes en X entre Milei y Fernández, donde la expresidenta le sugirió «calmarse», a lo que Milei respondió señalando la falta de responsabilidad de Fernández sobre las normativas cuestionadas.