En un debate candente, miembros del Parlamento Europeo critican el manejo del acuerdo por parte del régimen de Maduro y llaman a una respuesta firme ante la represión en Venezuela.
En el marco de un intenso debate sobre la situación en Venezuela, eurodiputados han lanzado duras críticas contra el régimen de Nicolás Maduro, etiquetando el Acuerdo de Barbados como una «farsa» que ha permitido al gobierno madurista continuar su juego con la comunidad internacional, al tiempo que aumenta la represión contra sus opositores. Hermann Leopoldo Tertsch, eurodiputado español, fue enfático en su condena hacia la manera en que el acuerdo ha sido manipulado por Maduro para su beneficio, ignorando las graves violaciones a los derechos humanos y la represión sistemática en el país.
«Los dictadores no se van voluntariamente, nunca, a no ser que se les obligue», afirmó Tertsch, subrayando la importancia de una respuesta internacional contundente frente a las acciones del régimen venezolano. El caso de Rocío San Miguel, destacada defensora de los derechos humanos detenida y el del general Da Costa, quien sufre en prisión bajo condiciones inhumanas, fueron mencionados como ejemplos palpables de la represión en Venezuela.
Elisa Ferreira, comisaria europea de Cohesión y Reformas, manifestó que la Unión Europea continúa comprometida en fomentar el diálogo y la democracia en Venezuela, esperando que las elecciones presidenciales del 28 de julio reflejen las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano.
Por otro lado, Gabriel Mato, parlamentario europeo, hizo un llamado urgente a la liberación de todos los presos políticos conforme a lo acordado en Barbados, y a la habilitación de todos los candidatos presidenciales, enfatizando la responsabilidad del régimen ante cualquier daño que puedan sufrir. «San Miguel está secuestrada… Da Costa no cuenta con el tratamiento médico adecuado, y le hacen sobrevivir en condiciones infrahumanas,» destacó Mato, quien también solicitó a la UE intensificar las sanciones contra el gobierno venezolano.
Dita Charanzová, otra voz crítica en el debate, solicitó una respuesta firme ante la «nueva ola de represión» contra el sector opositor, instando a adoptar nuevas sanciones contra los responsables de las detenciones arbitrarias y a incluir estos casos en la investigación que lleva a cabo la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.
Ignacio Sánchez Amor condenó igualmente la represión en contra de la oposición y de cualquier voz crítica, recordando que el derecho a participar en elecciones libres es unánimemente defendido por todos los organismos internacionales.