Greene

Parlamentaria trumpista impulsa moción para destituir al también republicano presidente del Congreso

En un giro inesperado, Greene propone una moción que podría sacudir el liderazgo de la Cámara, pero insiste en que es más una advertencia que un despido inminente.

En un movimiento que ha tomado por sorpresa a muchos dentro de la esfera política de Washington, la representante Marjorie Taylor Greene ha presentado una moción para destituir al actual presidente de la Cámara, Mike Johnson. Esta maniobra, revelada por tres fuentes a NBC News, ocurre justo cuando la Cámara votaba para evitar un cierre del gobierno, destacando las tensiones internas y la inestabilidad dentro del liderazgo republicano.

Johnson, quien ha estado en el cargo durante cinco meses tras reemplazar a Kevin McCarthy, ahora enfrenta una situación precaria similar a la que condujo a la salida de su predecesor. Sin embargo, la estrategia de Greene difiere al no presentar la moción como privilegiada, lo cual habría requerido una votación en dos días legislativos, sino como una moción regular que podría terminar relegada en comité.

Greene ha descrito su acción como «más una advertencia que un despido», expresando su deseo de no sumir a la Cámara en el caos. Aun así, advierte que «el reloj ha comenzado» para que la conferencia elija un nuevo líder, aunque no ha discutido la moción con el expresidente Donald Trump.

La Cámara, que se prepara para un receso de dos semanas, no considerará la moción hasta su regreso, dejando un período de incertidumbre sobre el futuro de Johnson. Raj Shah, portavoz del presidente, ha enfatizado que el enfoque de Johnson permanece en gobernar y promover legislación conservadora.

La posición de Greene no es unánimemente apoyada dentro del partido. El representante Matt Gaetz, quien jugó un papel clave en la destitución de McCarthy, ha expresado su oposición a una nueva moción de vacancia, argumentando el riesgo de que el liderazgo cambie de manos hacia los demócratas.

Esta situación subraya las profundas divisiones dentro del Partido Republicano y plantea interrogantes sobre la estabilidad de su liderazgo. Greene, por su parte, ha venido insinuando sus intenciones en varios foros, manteniendo la atención sobre sus próximos movimientos.