AJEDREZ

Faustino Oro, el niño prodigio del ajedrez argentino derrotó al número uno del mundo

Con solo 10 años, Faustino Oro hace historia al vencer al campeón mundial Magnus Carlsen en una partida ‘bullet’ ultrarrápida.

En una sorprendente vuelta de eventos que ha sacudido al mundo del ajedrez, el joven argentino de apenas 10 años, Faustino Oro, ha logrado lo que muchos considerarían un sueño lejano: derrotar al gran maestro y número uno del mundo, Magnus Carlsen, en una partida ‘bullet’ vertiginosa. El enfrentamiento, que tuvo lugar en el marco del Bullet Brawl 2024, un torneo de ajedrez en línea conocido por sus partidas ultrarrápidas, ha catapultado a Oro a la fama internacional de la noche a la mañana.

La partida, en la que cada jugador contaba con tan solo un minuto en el reloj, se definió por un error crítico de Carlsen, momento en el cual Oro, con la agilidad y precisión que caracteriza a un futuro campeón, aprovechó para asegurar su victoria. Su espontáneo «¡Vamos!», al capturar la ventaja, fue más que un grito de guerra; fue la declaración de un joven prodigio consciente de estar haciendo historia.

Tras su victoria, un emocionado Oro exclamó: «Le gané a Carlsen», palabras que resonarán en la comunidad ajedrecística como testimonio del nacimiento de un nuevo talento extraordinario. Aunque finalizó el torneo en la 21ª posición de entre 156 jugadores, su victoria sobre Carlsen no solo le ha permitido escalar posiciones en el ranking general, sino que también ha solidificado su estatus como una estrella emergente en las modalidades de Bullet y Blitz.

La hazaña de Oro es un recordatorio de que en el ajedrez, como en la vida, los gigantes también pueden caer ante los más jóvenes y determinados. Este evento no solo celebra el triunfo de la destreza sobre la experiencia sino que también marca el inicio de una prometedora carrera ajedrecística para el joven Faustino. Con el mundo del ajedrez ahora atentamente enfocado en él, el futuro parece brillante para este niño prodigio argentino que, con cada movimiento en el tablero, sigue desafiando expectativas y rompiendo moldes.