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Juicio histórico: Comienza en Nueva York el primer juicio penal contra un ex-presidente de EE.UU.

Acusado de 34 cargos, Donald Trump enfrenta un juicio sin precedentes por presunta falsificación y conspiración para influir en las elecciones de 2016.

En una jornada marcada por fuertes declaraciones y alegatos contundentes, ha comenzado en Nueva York el primer juicio penal contra un expresidente estadounidense, Donald Trump. Acusado de hasta 34 cargos por falsificar documentos para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels, el juicio promete ser uno de los eventos judiciales más seguidos y debatidos de la historia reciente de Estados Unidos.

El fiscal adjunto Matthew Colangelo no ha escatimado en palabras al describir las acciones de Trump como parte de una «conspiración criminal y un encubrimiento» destinado a corromper las elecciones de 2016. «El acusado orquestó un plan criminal para corromper las elecciones y luego encubrió el plan, mintiendo en sus registros comerciales, una y otra vez», afirmó Colangelo.

Mientras tanto, Trump, presente en la sala, se mostró desafiante, negando con la cabeza las acusaciones y optando por no mirar al fiscal a la cara. Según el relato de la fiscalía, Trump habría trabajado en conjunto con su exabogado Michael Cohen y el exeditor David Pecker para manipular la cobertura mediática y silenciar escándalos mediante pagos encubiertos.

La defensa, por su parte, ha lanzado un contraataque igualmente vigoroso. El abogado Todd Blanche defendió que intentar influir en las elecciones es parte de la «democracia» y criticó la presentación del caso como algo siniestro. «Intentan hacer de ello algo siniestro», señaló Blanche, insistiendo en la inocencia de Trump y describiendo los pagos a Cohen como honorarios por servicios legales, no como sobornos para silenciar a Daniels.

Este juicio no solo pone a prueba los límites de la justicia estadounidense, sino que también reaviva el intenso debate sobre la influencia política y la corrupción. Con la defensa atacando la credibilidad de figuras clave como Stormy Daniels y Michael Cohen, el caso promete revelaciones y estrategias legales que mantendrán al público y a los medios en vilo.