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La OTAN condena ataques masivos de Rusia contra Ucrania y reafirma su apoyo militar a Kyiv

Rusia lanza una nueva ola de ataques con misiles y drones sobre Ucrania, mientras la OTAN responde con un firme compromiso de reforzar el apoyo militar a Kyiv.

En un contexto de creciente tensión y escalada militar, la OTAN ha condenado enérgicamente los ataques masivos que Rusia lanzó esta semana contra civiles e infraestructuras en Ucrania, utilizando drones y misiles. Durante una reunión del Consejo OTAN-Ucrania en Bruselas, los embajadores de la Alianza reafirmaron su compromiso inquebrantable de seguir apoyando militarmente a Kyiv en su lucha contra la invasión rusa.

«Ucrania continúa interceptando diariamente misiles rusos, salvando innumerables vidas. Pero la habilidad de Ucrania para mantener su defensa requiere un mayor suministro y más apoyo,» declaró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado emitido al término de la reunión. «Debemos seguir proporcionando a Ucrania el equipo y las municiones que necesita para defenderse de la invasión rusa. Esto es vital para que Ucrania pueda mantenerse en la lucha,» añadió Stoltenberg.

La reciente ofensiva rusa, que incluyó ataques a 15 regiones ucranianas con un total de 236 misiles y drones, dejó al menos cuatro muertos y forzó a las autoridades ucranianas a imponer cortes de electricidad de emergencia en varias áreas, incluyendo barrios enteros de la capital, Kiev. Las fuerzas ucranianas afirmaron haber derribado 201 de esos proyectiles, evitando así un mayor número de víctimas.

La reunión de la OTAN se produjo en un momento crítico, mientras Ucrania continúa su operación militar en Kursk, territorio ruso, donde asegura haber tomado el control de casi 1.300 kilómetros cuadrados y capturado a 594 prisioneros enemigos. Este avance ha generado preocupación en Moscú, que ha respondido con amenazas de escalada, advirtiendo a Estados Unidos y a sus aliados sobre las posibles consecuencias de seguir apoyando a Ucrania.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, intensificó la retórica belicista, sugiriendo que el conflicto podría escalar a una Tercera Guerra Mundial si Occidente no reduce su asistencia a Ucrania. «Jugar con fuego es algo muy peligroso para los adultos a los que se les confían armas nucleares en uno u otro país occidental,» afirmó Lavrov, advirtiendo que la guerra podría extenderse más allá de Europa.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha insistido en que sus tropas necesitan emplear las armas aliadas sin restricciones, incluso en territorio ruso, para maximizar su capacidad de defensa. Zelensky adelantó que en septiembre presentará un plan para poner fin a la guerra al presidente Joe Biden y a los candidatos presidenciales estadounidenses, incluyendo medidas económicas y territoriales que reflejen los intereses ucranianos.

Mientras tanto, los bombardeos rusos han continuado con fuerza. Los ataques más recientes destruyeron un hotel, casas y edificios residenciales, y causaron apagones en varias regiones ucranianas. A pesar de la feroz ofensiva, Ucrania ha mantenido la presión en Kursk, lo que ha llevado al despliegue de refuerzos rusos en la región, aunque con resultados inciertos.

La situación en Kursk ha suscitado preocupaciones adicionales debido a la proximidad de la planta nuclear de Kursk, que podría estar en riesgo. El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, advirtió sobre el peligro de un incidente nuclear tras inspeccionar la planta, donde se han registrado ataques con drones.

(Con información de Infobae y DW)