A pesar de los inconvenientes para que haya un acuerdo entre las partes, febrero apenas comienza y luce como un mes con muchas posibilidades de que se aclare el panorama político en Venezuela.
Aparentemente, el pasado miércoles en República Dominicana quedó claro que el diálogo entre parte de gobierno y parte de oposición termina este mes.
Aunque lo dicho por Jorge Rodríguez, Julio Borges y el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, no coincide, la parte más creíble apunta a que si el próximo domingo no se finiquitan los temas pendientes, el diálogo quedará cerrado y si hay acuerdos se firmará el documento final el lunes en Santo Domingo.
El mandatario dominicano no oculta su inclinación hacia el gobierno. La situación no es tan linda como la pintó el vocero oficialista y por eso se retiraron del diálogo México y Chile.
Los obstáculos tienen que ver con la situación interna del chavismo y sus diferencias con la cúpula gubernamental. Tanto es así que al final, la oposición no conversa con representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), supuestamente el partido de gobierno, sino con los del nuevo partido Somos Venezuela, surgido en el sector madurista.
En las conversaciones de esta semana también quedó claro que la oposición no tiene que reconocer a la Asamblea Nacional Constituyente ni pedir a los gobiernos extranjeros que suspendan las sanciones contra funcionarios del gobierno para que el gobierno acepte realizar elecciones presidenciales libres y con todas las organizaciones políticas legalizadas, incluyendo a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Lo que está en el tapete es que el gobierno acepte todo lo solicitado en materia electoral si quiere que la comunidad internacional suspenda las sanciones y congelamiento de bienes de varios de sus funcionarios. Esa es la dificultad que debe resolverse este fin de semana, además de la liberación de todos los presos políticos.
Por su parte, la oposición debe acordar en febrero todo lo relacionado con su participación en las elecciones presidenciales que pudieran ser el 8 de abril y para ello debe decidir si será a través de elecciones primarias, por consenso o por encuestas la escogencia del candidato presidencial unitario. Si la oposición supera todos los prejuicios que la acompañan, las expectativas apuntan a que ese candidato derrotará a Nicolás Maduro o al candidato que ponga el chavismo o el madurismo porque la oposición unida es mayoría.
En el panorama político, igualmente ha quedado muy claro que Acción Democrática (AD) es el partido más importante de la oposición y aquellos factores opositores que creyeron la campaña chavista de que «no volverán», deben reconocer la nueva realidad y ajustar sus acciones para salir del actual gobierno y esperar su turno cuando la democracia recupere sus espacios en toda Venezuela.
Todo esto se sabe aunque los resultados sobre la validación de los partidos serán dados a conocer por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el próximo jueves 15 de febrero, luego de cumplirse otros tres requisitos establecidos en el cronograma publicado por el organismo comicial. Lo cierto es que AD validó en 19 estados y Primero Justicia (PJ) va a reparación este fin de semana.
Los factores de oposición que, tal vez por inmadurez, han caído en todas las trampas que le han montado el gobierno y sus asesores extranjeros, deben revisar la historia. Allí encontrarán que la escritora francesa Simone de Beauvoir, quien fue esposa del escritor Jean-Paul Sartre, muerta el 14 de abril de 1986 a los 78 años, dijo algo que sigue muy vigente: «El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos».
Gobierno militar
El chavismo siempre se ufanó de un gobierno cívico-militar, pero en los últimos cinco años, los militares han asumido los cargos más importantes en ese gobierno y dentro del mismo chavismo se comenta que los civiles no tienen otra opción que dejarlos que aprovechen todos los recursos del Estado que ahora manejan.
El Informe de Corrupción 2017 elaborado por la ONG Transparencia Internacional capítulo Venezuela alerta que el protagonismo castrense se ha hecho preponderante en sectores clave de la vida nacional y se ha traducido en una intervención casi absoluta de las Fuerzas Armadas en los procesos civiles de la sociedad.
El informe precisa que «de los 33 entes adscritos al Ministerio de Defensa, solo 6 tienen objetivos directamente relacionados con la defensa y seguridad de nuestra soberanía, y estos 6 entes manejan solo 24% de los recursos asignados a la FANB». Esto se traduce en que del presupuesto estipulado para el sector militar 76% se dedica a gastos distintos de esa función principal. Cuando se revisa en qué se invierten esos recursos, la conclusión «es que el mayor foco de la Fuerza Armada son las finanzas públicas del país». Es decir que el gobierno prioriza el gasto militar antes que la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, concluye el informe, que no deja dudas sobre el poderío del sector castrense en la Venezuela de hoy.
A propósito de militares, uno de los oficiales que participó en los hechos de 2002 cuando el desaparecido Hugo Chávez tuvo que abandonar temporalmente el Palacio de Miraflores coincide con lo planteado semanas atrás por el economista Ricardo Haussman.
El contralmirante retirado Carlos Molina Tamayo dijo al diario El Nuevo Herald de Miami que no cree que hoy estén dadas las condiciones para emprender nuevamente las masivas protestas que llevaron al entonces presidente Hugo Chávez a ser arrestado y salir brevemente del poder.
«Hay mucho terror. La gente se encuentra secuestrada y está bajo el síndrome de Estocolmo, complacientes con los secuestradores» y esa es la razón por la que cualquier resolución a la crisis venezolana, marcada por desaparición de comida y de medicina de las estanterías, va a tener que venir desde el exterior.
El contralmirante ve casi nulas las probabilidades de éxito a que los venezolanos por si solos puedan provocar la salida del régimen de Nicolás Maduro.
«Tiene que venir alguien de afuera a ayudar para que los que estén adentro se puedan sumar. Porque realmente están atemorizados, y con razón, porque sabemos que es un régimen perverso que desaparece gente, que tortura y que tiene mazmorras como La Tumba, donde están todos estos pobres estudiantes que han sido maltratados», dijo Molina Tamayo.
El contralmirante retirado, que vive en España pero en enero estaba en Miami, forma parte de un creciente número de venezolanos que abogan a favor de una «intervención humanitaria» en Venezuela, que conllevaría a una coalición de países amigos y de organizaciones multilaterales a enviar fuerzas militares al país petrolero a detener la sistemática destrucción del país.
Intervenciones de este tipo ejecutadas en el hemisferio occidental incluyen las estadounidenses en Haití en 1915 y 1994 y en República Dominicana en 1965.