¿Y no es eso lo que ha estado haciendo Zapatero? Ah no, que Zapatero no estaba en nombre del Gobierno, ¿O sí? Bueno, en todo caso, para ponernos en contexto: Durante la reciente visita del presidente español a aNueva York para participar en el nuevo período de sesiones de la ONU, ha mostrado su disposición a que España desempeñe un papel de país «facilitador» en la búsqueda de una solución a la crisis que vive Venezuela.
Al menos una cosa parece tener clara el presidente socialista: que en Venezuela hay una crisis migratoria sin precedentes. El jefe del Gobierno español dijo que este era el asunto más urgente en Venezuela y aseguró haber hablado con muchos líderes latinoamericanos al respecto. Ojalá hayan llegado a algo concreto, porque mientras los «líderes» hablan, la gente se sigue muriendo de hambre en las fronteras, las mujeres y los niños siguen siendo traficados y en definitiva, los venezolanos siguen intentando sobrevivir en condiciones inhumanas.
En este sentido, Sánchez agregó que a todos les trasladó que si se quiere solucionar ese problema, debe buscarse una respuesta en el ámbito regional. «España, que tiene unos lazos muy estrechos con Venezuela y con Latinoamérica, está dispuesta a ayudar», aseguró.
Hasta ahí vamos bien. Pero si pasamos de la crisis migratoria al tema político, ahí ya Sánchez se mostró más «pesimista», como él mismo apuntó. «Veo que el régimen de Maduro no está abriendo ninguna ventana para un diálogo con la oposición, y la oposición debe reflexionar sobre cómo tener un frente común a la hora de entablar un diálogo con el régimen de Maduro», añadió. (Tal parece que el presidente español aún no se ha percatado que no es posible dialogar con el régimen de la narco-tiranía de Nicolás Maduro porque todas las veces que se ha intentado, el des-gobierno se ha burlado de los venezolanos generando más presos políticos, más asesinatos, más trampas institucionales y más oxígeno para seguir en el poder. Tal vez tendremos que volverlo a explicar).
Fue entonces cuando Sánchez ofreció a España como país «facilitador», ya que, aseguró, «puede aportar conocimientos para responder de forma eficaz a la crisis de refugiados y, desde el punto de vista político, ayudar a que se entable ese diálogo y se logre una solución política definitiva».
Es menester recordar que cuando Sánchez estaba en la oposición no reconoció las últimas elecciones en Venezuela y se mostró con la oposición democrática a Maduro, aunque ahora las cosas sean muy diferentes, tal vez porque es fácil ser oposición y un poco más difícil -me temo- gobernar.