El Departamento del Tesoro flexibiliza restricciones sobre el bono de Petróleos de Venezuela.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha dado un paso significativo al autorizar «ciertas transacciones» relacionadas con el bono de Petróleos de Venezuela (PDVSA) 2020, efectivo a partir del 16 de abril de 2024. Esta medida, anunciada a través de la Licencia General Número 5N de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), representa un cambio en la política estadounidense hacia Venezuela y su empresa petrolera estatal.
La nueva regulación permite realizar transacciones con el bono PDVSA 2020 que previamente estaban restringidas por la Orden Ejecutiva 13835 de mayo de 2018 y su modificación en enero de 2019. Sin embargo, la licencia aclara que no se autorizan transacciones que continúen prohibidas por el Reglamento de Sanciones contra Venezuela.
La situación de los bonistas, que ha estado en el centro del debate financiero, se originó en 2016 cuando el gobierno de Nicolás Maduro emitió más de 1 000 millones de dólares en deuda mediante estos bonos. La garantía de este endeudamiento fue el 50% de las acciones de Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos. La emisión de estos bonos se realizó sin la autorización de la Asamblea Nacional venezolana de 2015, reconocida por Estados Unidos como representante legal del país.
La crisis económica de Venezuela, exacerbada por la recesión, la hiperinflación y las sanciones de EE. UU., llevó al gobierno a incumplir con los pagos a los bonistas. Esto planteó el riesgo de que los tenedores de bonos reclamaran el control mayoritario de Citgo como compensación. Sin embargo, desde 2019, el Departamento del Tesoro de EE. UU. ha emitido licencias que protegen a Citgo de acciones legales por parte de los bonistas, impidiendo el embargo o la venta de sus acciones.
La licencia más reciente, emitida en julio de 2023, estará vigente hasta el 20 de octubre de 2024. La autorización de transacciones con el bono PDVSA 2020 por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos podría tener un impacto significativo en la economía venezolana y en la situación financiera de Citgo, abriendo un nuevo capítulo en las relaciones financieras entre Venezuela y Estados Unidos.