Cae Avdiivka: Rusia controla nuevo territorio ucraniano
La estratégica ciudad de Avdiivka cae en manos rusas, marcando un punto de inflexión en el conflicto ucraniano mientras se aproximan las elecciones presidenciales rusas.
La ciudad ucraniana de Avdiivka, tras meses de asedio por parte de las fuerzas rusas, ha sido finalmente cedida a Moscú, significando la primera gran victoria territorial para Rusia desde la toma de Bajmut en mayo de 2023. Esta decisión estratégica, anunciada por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Syrskyi, subraya el implacable avance ruso y las dificultades enfrentadas por Ucrania en mantener posiciones clave bajo un constante bombardeo y presión militar.
La retirada de Avdiivka, descrita por Syrskyi como una medida para «evitar ser rodeados y preservar las vidas y salud de los soldados», representa un cambio significativo en el curso de la guerra. Esta ciudad, más estratégica que Bajmut debido a su proximidad a Donetsk y su planta de producción de coque, esencial para la producción mineral ucraniana, simboliza tanto un revés táctico como un golpe moral para Ucrania.
Además de las implicaciones militares, la caída de Avdiivka llega en un momento crítico para la política interna rusa, en la antesala de las elecciones presidenciales de marzo de 2024. Este éxito militar puede ser utilizado por el presidente Vladímir Putin para consolidar aún más su imagen de líder fuerte ante una población que, a pesar del control estatal sobre los medios y la política, muestra signos de inquietud, especialmente tras la muerte del opositor Alexéi Navalni en prisión.
En el frente ucraniano, la situación refleja una problemática aún mayor: la guerra de desgaste. Rusia ha demostrado una capacidad superior en términos de artillería, disparando munición a un ritmo que Ucrania, limitada por los retrasos en los envíos de Occidente, no puede igualar. Este «hambre de munición» ha sido un factor decisivo no solo en Avdiivka sino a lo largo de todo el frente, donde Ucrania se ve obligada a adoptar posiciones defensivas, esperando una oportunidad para lanzar una nueva ofensiva.
La pérdida de Avdiivka no solo plantea interrogantes sobre la capacidad de Ucrania de recuperar territorios perdidos sino que también intensifica los temores de una guerra prolongada, con altos costos humanos y económicos, sin una resolución clara a la vista. Este panorama desafiante requiere de una estrategia renovada por parte de Ucrania y un compromiso continuado de sus aliados internacionales para evitar que la balanza se incline definitivamente a favor de Rusia en este conflicto prolongado.