Inteligencia de EE.UU. que Maduro hará fraude
El informe anual sobre seguridad nacional de la Casa Blanca señala a Venezuela como un foco de inestabilidad con repercusiones directas en la migración y las elecciones estadounidenses.
La más reciente evaluación sobre amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos, preparada anualmente por la Casa Blanca para el Capitolio, arroja luz sobre la tensa situación en Venezuela. El informe, titulado ‘Evaluación anual sobre amenazas’ y entregado al legislativo este 11 de marzo, no solo anticipa un fraude en las venideras elecciones presidenciales de julio en Venezuela sino que también destaca la profundización de la crisis migratoria generada por el régimen de Nicolás Maduro.
Según el documento, elaborado bajo la dirección de Avril Haines, la Dirección Nacional de Inteligencia advierte que Maduro mantendrá un férreo control del poder, gracias a su dominio sobre las instituciones estatales y su disposición a utilizar este poder para asegurar su victoria. Esto se ve reflejado en acciones como la prohibición de candidatos principales de la oposición y restricciones a la cobertura mediática de estos, consolidando la victoria de Maduro mediante tácticas autoritarias.
Más allá de las elecciones, el informe resalta la capacidad del régimen de evadir las sanciones internacionales con el apoyo clave de Irán, Rusia y China, estrechando lazos que permiten al madurismo sostenerse en el poder. Esta situación agrava la pobreza y la represión en Venezuela, empujando a más de 7,7 millones de venezolanos a abandonar su país desde 2017, un éxodo que se prevé continúe debido a la falta de oportunidades económicas.
Este fenómeno migratorio no solo afecta a América Latina y el Caribe, donde residen la mayoría de los venezolanos desplazados, sino que también tiene un impacto directo en Estados Unidos, enfrentándose a una crisis migratoria sin precedentes. La migración masiva se ha convertido en un problema de seguridad nacional para EE.UU., dado el provecho que sacan las redes de crimen organizado, especialmente en temas como la trata de blancas en México.
La administración Biden, en un intento por negociar elecciones libres en Venezuela, ha revertido varias sanciones impuestas por Donald Trump, una estrategia que hasta ahora no ha dado los frutos esperados. La inhabilitación de figuras opositoras como María Corina Machado y el abandono del proceso de negociación conocido como el proceso de Barbados, muestran un retorno a las prácticas autoritarias que limitan la posibilidad de una transición democrática.
El escenario internacional se complica con la intención de Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses de 2024, buscando impactar el apoyo occidental a Ucrania y, posiblemente, utilizando tecnologías avanzadas para difundir desinformación que beneficie sus intereses.
Frente a este complejo panorama, Estados Unidos se prepara para reimponer sanciones a Venezuela si no se levanta el veto a candidatos opositores y se garantizan elecciones libres. La situación en Venezuela no solo es un asunto de derechos humanos y democracia sino que se convierte en un elemento crucial en la seguridad nacional de EE.UU., evidenciando cómo las crisis internacionales tienen efectos dominó que trascienden fronteras.