El Tribunal Superior de Justicia de Brasil decide aplicar en el país la condena de nueve años impuesta en Italia a Robinho por un caso de violación en 2013.
En una resolución histórica que marca un antes y un después en la justicia brasileña, el Tribunal Superior de Justicia ha decidido, por nueve votos a dos, que la condena de nueve años impuesta en Italia al exfutbolista Robinho por la violación grupal de una joven en Milán en 2013, sea válida y ejecutada en Brasil. Esta decisión refleja un cambio significativo en la percepción social y legal de los abusos sexuales en el país, en un contexto marcado por movimientos como el Me Too y casos resonantes como el de Dani Alves.
La víctima, quien celebraba su cumpleaños número 22 en una discoteca la noche del incidente, fue emborrachada hasta quedar inconsciente y posteriormente agredida sexualmente por Robinho y cinco amigos en el guardarropa del lugar.
A pesar de la gravedad de los hechos, Robinho ha permanecido en libertad y refugiado en Brasil, aprovechando la política de no extradición de ciudadanos brasileños.
El Tribunal no deliberó sobre la culpabilidad de Robinho, sino sobre la aplicabilidad de la sentencia italiana en territorio brasileño, concluyendo afirmativamente y ordenando la inmediata prisión del exjugador.
Robinho, por su parte, ha mantenido una postura de inocencia, reforzada recientemente con un video en Instagram donde alega que el acto fue consensuado y acusa al racismo de influir en su condena en Europa.
Esta declaración contrasta fuertemente con una grabación publicada por Globo Esporte en 2020, donde se le escucha despreciar la situación de la víctima, alegando su estado de embriaguez y desconocimiento de los hechos, lo cual contribuyó al fin de su carrera deportiva tras frustrar su regreso al Santos.
El fallo del tribunal brasileño no solo significa el fin de la impunidad para Robinho sino que también representa un momento significativo en la lucha contra la violencia sexual y la impunidad de figuras públicas acusadas de abusos.