Tanto la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) como la Policía Nacional Bolivariana (PNB) dieron inicio este lunes a lo que parece ser una nueva escalada de represión brutal contra manifestantes opositores e incluso trabajadores de la prensa.
Durante el plantón convocado por la oposición venezolana en Caracas, se presentaron cientos de agresiones y robos tanto a ciudadanos que se mantenían en los 15 puntos pautados para la concentración, como a los periodistas que dieron cobertura.
En esta oportunidad, no solo las bombas lacrimógenas sirvieron para arremeter contra la protesta. Golpes, empujones a manifestantes y diputados, destrucción de equipos y hasta robo de ellos a la prensa, se hicieron presente por parte de uniformados y grupos colectivos que les acompañaban en el ataque.
Las denuncias de estos acontecimientos en varios puntos de la ciudad como Altamira, San Martín y la avenida Panteón solo confirman lo reseñado por ENPaís la noche del domingo sobre un acuerdo entre colectivos, figuras del chavismo y la milicia, que pretenden desobedecer al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Entre los puntos del acuerdo sobresale rechazar las órdenes de Padrino, quien presuntamente buscaría evitar el enfrentamiento entre colectivos armados y manifestantes opositores.
La descarada arremetida de efectivos militares en complicidad con estos grupos irregulares dejan ver que la orden de seguir únicamente los lineamientos de Diosdado Cabello, Dario Vivas y el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol comienza a cumplirse.
Foto Jorge Marcano