Problemas en ambos bandos

Hay como un despertar de la gente ante las imposiciones de Gobierno y oposición. Tanto en la oposición como en el gobierno, reina una caótica situación de quién es quién y quién adversa a quien. Entretanto, en el gobierno, la corrupción amenaza los triunfos electorales.

 

Por JAIME GRANDA

Algunos analistas independientes están escu-driñando archivos buscando la claridad perdida en Venezuela.

Tanto el grupo del Gobierno como los que se apoderaron de la oposición han creado confusiones que es necesario tratar de resolver para que la gente llana, la eterna víctima de las maniobras políticas, pueda despejar el entendimiento y asumir sus propias responsabilidades.

La campaña electoral para las presidenciales de 1998 estuvo dominada por los hechos de corrupción de los gobernantes de entonces y mucha gente creyó que la salida era buscar nuevos gobernantes. Para rematar su situación, los partidos tradicionales se enredaron y al final AD retiró a su candidato y apoyó al de Proyecto Venezuela (PV), un grupo surgido en Carabobo que acabó con el predominio de la familia adeca que durante años mandó en ese estado.

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Así llegó diciembre y las elecciones tuvieron el siguiente resultado: Hugo Chávez  3.673.685. Henrique Salas Römer 2.613.161. El Registro Electoral fue de 11 millones 013 mil 020 y votaron 6 millones 537 mil 304 electores. Es decir que 4 millones 475 mil 716 inscritos, más de 40%, se abstuvieron de votar o votaron nulo, seguramente decepcionados por las improvisaciones opositoras.

Más allá de que esas hayan sido  las únicas elecciones ganadas por el proyecto chavista sin manipulaciones a su favor, ese fue el comienzo de lo que hoy sufren millones de venezolanos y casi 19 años después, la abstención sigue favoreciendo al mismo grupo que prometió acabar con lo que se criticaba a los adecos. En esas dos décadas, solo ha multiplicado todos los males de entonces y ha dejado de hacer el necesario mantenimiento a los servicios públicos y obras construidas antes de 1998, como la represa del Guri, inaugurada el 8 de noviembre de 1986.

Los que ahora están en la cumbre manipulan las elecciones, especialmente induciendo a la abstención, para evitar lo que luce inevitable si hubiese  observación internacional independiente.

Lo de la abstención no es exclusivo de la oposición venezolana, la de Nicaragua también cayó en el mismo juego y el pasado fin de semana entregó casi todas las alcaldías al partido sandinista, integrante del proyecto ruso-cubano que también se mueve en Colombia con los guerrilleros pacificados.

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El gobierno venezolano y sus asesores extranjeros saben que si la corrupción, de bajo nivel, fue la razón principal para que Hugo Chávez lograra los votos para sacar a los adecos del poder, deben frenarla y por eso recientemente detuvieron a varios gerentes de la industria petrolera e investigan a otros funcionarios que se han enriquecido con  los recursos del Estado venezolano. Eso ha desatado una guerra en la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC) donde los representantes de la cúpula corrupta no quieren asumir que el control de cambio, la existencia de un dólar a 10 bolívares para un selecto grupo, es parte clave de esa corrupción que los socios extranjeros ven como una amenaza para los triunfos electorales del chavismo y para sus propias inversiones y créditos al Gobierno.

La corrupción incluye derroche de los recursos petroleros, aumentar la deuda externa y desviar en actos populistas los recursos destinados para pagar a proveedores.

El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, exhortó el martes pasado a su par venezolano, Jorge Arreaza, a que su Gobierno busque cómo saldar la deuda con empresas uruguayas por compra de alimentos desde julio de 2015 cuando el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Nicolás Maduro, firmaron un acuerdo para el canje de 235.000 toneladas de alimentos por 300 millones de dólares.

La corrupción influye también en la calificación crediticia soberana de Venezuela hasta de la firma china Dagong Global Credit Rating que estima que existe una considerable incertidumbre sobre si el gobierno venezolano puede pagar su deuda externa según lo programado.

En cuanto a la represión contra la oposición, tiene varios propósitos, entre ellos desalentarla, amedrentarla, pero también en este momento sirve para ocultar la guerra interna dentro del régimen, aunque agrava la imagen del gobierno venezolano ante la comunidad internacional.

El miércoles pasado, los países de la Unión Europea (UE) acordaron sancionar al gobierno de Venezuela por sus políticas de represión. Las sanciones incluyen un embargo de armas y la posibilidad de imponer medidas restrictivas selectivas contra los responsables.

Un despertar

Los que han protagonizado la dañina polarización se acostumbraron a restringir la libertad de la gente a decidir en qué lado colocarse. Los insultos y las amenazas, de lado y lado, contra quienes no hacen lo que ambas cúpulas ordenan, parecen indicar que la gente está despertando.

El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, mostró al diario El Nacional su preocupación porque la situación del país se ha agravado en los últimos días y advirtió que aunque Venezuela es una nación enferma y el pueblo está siendo humillado por el gobierno, «se debe seguir adelante y luchar por el bienestar de Venezuela».

Reconoció que la situación de la MUD  es parte de la crisis, pero considera que en esa alianza hay gente inteligente, y deben dejar los sentimientos personales y las molestias para tratar de buscar caminos para fortalecer la unidad política y no la meramente electoral. Debe integrar a los otros factores de la vida del país, como las universidades, los gremios, los sectores culturales y otros tantos para defender los derechos humanos y constitucionales de todos los venezolanos.

El cardenal advirtió que pareciera que la única preocupación del Gobierno es descabezar a la oposición y en cuanto a la Constituyente, dijo: «Es fraudulenta e ilegítima y no fue consultada al pueblo. Está compuesta por activistas políticos al servicio del gobierno y no va a resolver el problema económico. Aquí lo que hace falta es cambiar la ideología marxista, totalitaria y estatista que ha llevado a la ruina a Venezuela. Además a la ANC le correspondería, en todo caso, trabajar en una nueva constitución. La ANC se ha convertido en un instrumento político para todo, al punto de que existen dos presidentes: Maduro y la constituyente. La ANC lanza decretos por doquier».

El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional y coordinador nacional encargado de Voluntad Popular, Freddy Guevara, permanece en calidad de huésped en la residencia del embajador de Chile en Caracas, ante la persecución en su contra desde el gobierno nacional.

Desde allí rechazó los delitos que le imputa el Tribunal Supremo de Justicia y admitió que sí llamó a la protesta porque  cree en la desobediencia civil. Sin embargo, rechaza la desobediencia civil de quienes decidieron participar en las elecciones municipales, poniendo a un lado la prohibición de los partidos que integran la MUD.

Frente a estas confusiones, es oportuno citar lo escrito el domingo pasado por la profesora Gloria Cuenca: «Pocas veces en la historia política del país han sido tan evidentes las tensiones entre ética y política. Se requiere de lo que llaman la Realpolitik. Análisis frío, racional, inteligente, que combine táctica y estrategia para el logro del objetivo: léase, el cambio».

Luego planteó: «¿Por qué se empeñan en declarar que los miembros de AD, partido que ha luchado junto al resto de la disidencia estos últimos 18 años, están vendidos al gobierno? ¿Cómo es posible que nuestros compatriotas no entiendan nada de la verdadera política? Lo peor: se creen éticos y con derecho a juzgar a todo el mundo, especialmente, a quien no concuerda con sus ideas».