El expresidente de Fedecámaras y Consecomercio, Eddo Polesel llama la atención sobre la necesidad de que los ciudadanos se mantengan activos en la lucha para lograr la refundación de la República.
Las dificultades que hemos venido confrontando en estos últimos dieciocho años que han afectado a la población, revisten características de extrema gravedad en los niños y jóvenes, por cuanto ha ido impidiendo el desarrollo físico y mental que, a futuro, es una limitante para el acceso a las distintas opciones en el periodo de edad madura (35 a 65 años). Por otra parte, está claro que a los actuales gobernantes no les importa el sufrimiento de la población, que cada día se hace más dramático por el decreciente nivel nutricional originado por la falta de vitaminas indispensables para el desarrollo normal del cuerpo y de la mente humana. Esto, en los niños, irá causando una regresión en los niveles de desarrollo físico y mental alcanzado en los cuarenta años (1958-1998) de la democracia puntofijista.
Esta situación de crisis institucional, si no se toman medidas urgentes que ataquen las causas que la generaron, irá agravándose incluso por la carencia de servicios básicos indispensables para la salubridad pública y la salud personal, que continuará decayendo por la carencia de recursos para efectuar las adquisiciones de unidades que sustituyan las que han entrado en obsolescencia. Si se le agrega la situación en que se halla el transporte público, subterráneo y de superficie, colapsado el primero y el segundo, reducido a menos de la mitad de las unidades en servicio por falta de repuestos, llegamos a una situación dramática como lo ponen en evidencia las frecuentes paralizaciones de los servicios y las consecuentes aglomeraciones de los usuarios en las paradas en espera del servicio. De continuar esta situación se acentuarán las fallas de servicios que afectarán las condiciones de vida de la población, lo cual nos llevará a situaciones de extrema gravedad.
Últimamente se está haciendo más intenso el llamado a la ayuda humanitaria que de llegar sería, en todo caso, un paliativo que no resolverá la situación sino que más bien pude llegar a deshumanizarnos aún más porque se aliviaría, temporalmente, la atención sobre los problemas y se aplazara la solución de las causas. Las enfermedades, que también nos están atacando por falta de medicamentos, no se resolverán con paliativos para aliviar los dolores, sino con antídotos para vencer los males. Las infecciones se extirpan para neutralizar los efectos nocivos que dañan la salud.
En estos dieciocho años, quienes nos han envenenado han sido las políticas populistas aplicadas por quienes nos han desgobernando. Saldremos de esto si somos capaces de enfrentar y vencer el desafío de cambiar a los directos responsables y a sus encubiertos colaboracionistas. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará por nosotros mismos. Por tanto, consideramos nuestro deber reiterar el llamado: nos toca refundar la República esta vez sobre bases democráticas con gobiernos alternos, resultado de procesos electorales transparentes, mediante la amplia participación ciudadana y la interacción de fuerzas distintas que luchan mancomunadamente en la búsqueda de resultados compartidos.