Guta Oriental: Centro de hambre, muerte y destrucción en Siria

Por.- Karen Brito

Desde el año 2013 Guta Oriental, un suburbio de Damasco (capital siria), se convirtió en el centro de bombardeos tanto de terroristas como del propio régimen del presidente Bashar Al Assad, que ha cobrado la vida de víctimas inocentes, principalmente niños, debido a que los ataques en principio fueron dirigidos a escuelas y centros de salud.

Pese a las continuos llamados de auxilio que realizan los habitantes de Guta, y las reiteradas denuncias de médicos locales que aseguran que algunos ataques por parte del régimen de Al Assad han sido con armas químicas, aún gran parte del mundo se mantiene ausente del conflicto.

El Mecanismo Conjunto de Investigación de la ONU llegó a la conclusión de que el Gobierno de Bashar Al Assad empleó armas químicas contra el pueblo de Khan Shaykhun en abril de 2017, causando la muerte a 86 personas. Los investigadores aseguraron que “la República Árabe Siria es responsable de la liberación de gas sarín» en dicha localidad.

Frente a la acusación, el régimen negó el ataque al igual que el de su aliado, Rusia. Tres días después del suceso, Estados Unidos lanzó 59 misiles de crucero sobre la base aérea de Shayrat, de la que presuntamente había despegado el avión que lanzó las bombas con sarín. El bombardeo estadounidense hizo que los rusos cerraran la línea de comunicación que sus fuerzas mantenían con las de EE. UU. y sus aliados en Siria.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Alemania, Martin Schäfer, manifestó que el régimen del presidente sirio cuenta con el apoyo de Irán y Rusia, no solo políticamente sino también militar. “Respaldan a Al Assad con todos los medios en una guerra cruel que éste maneja contra su propio pueblo”, aseguró.

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El representante de la cancillería rusa destacó que el Gobierno de Siria “no se achica ante el uso de armas químicas y bombas de racimo, cuyo uso está vetado por la comunidad internacional. Esto es un salvajismo”. Esta declaración sustenta las denuncias de los médicos que han asegurado encontrar residuos de cloro en la vestimenta de varios niños que han fallecido.

Escudos humanos

Los distintos grupos terroristas que hacen vida en Guta Oriental, entre ellos Daesh, Al Qaeda y el Frente al Nusra, utilizan a la población como escudos humanos a la hora de enfrentarse a las fuerzas del régimen sirio. Además, mantienen a los habitantes del suburbio como rehén, pues han prohibido la salida de personas de la localidad.

Sin poder recibir alimentos ni medicinas, quienes habitan Guta se han ido sumergiendo aún más en el infierno al que los ha llevado la guerra. Los niños han caído en desnutrición, y tanto ellos como los adultos han muerto a causa de enfermedades tratables que no pudieron ser atendidas por falta de medicamentos.

Las fuertes imágenes han dado la vuelta al mundo, niños muertos o mutilados en las calles por las explosiones, familias enteras que han quedado bajo los escombros de lo que algún día fue su hogar, pero son pocos los países que han fijado posición ante este conflicto.

La ONU calcula que hay unas 400 mil personas atrapadas por el asedio gubernamental en Guta Oriental. La organización ha acusado al régimen de Al Assad de destruir túneles entre zonas asediadas y oficialistas, tradicionales vías de abastecimiento, y de limitar la evacuación de heridos, lo que ha provocado un aumento repentino de precios y, en consecuencia, hambruna.

Emboscada a la ayuda humanitaria

El pasado 24 de febrero el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas aprobó la resolución 2401, la cual establece una tregua de 30 días en todo el territorio sirio para realizar operaciones humanitarias como entrega de medicamentos, atención a los enfermos y heridos, y dotación de alimentos.

El texto especifica que el armisticio no se extiende a las operaciones contra los grupos terroristas Daesh, Al Qaeda y el Frente al Nusra (proscritos en Rusia), y otras facciones armadas asociadas con estas organizaciones yihadistas. Esto quiere decir, que quienes están combatiendo a los terroristas quedan exentos.

Ante esto el viceportavoz del Gobierno alemán, Ulrike Demmer, declaró que Alemania espera que Rusia influya en las autoridades de Siria para lograr el cese de las hostilidades en el país árabe. Mientras que el Ejército Libre Sirio, grupo opositor al régimen de Bashar Al Assad, expresó su apoyo a la tregua declarada en Guta Oriental, así como a un alto el fuego en todo el territorio.

«El Ejército Libre Sirio apoya firmemente la tregua humanitaria en Guta Oriental y la idea de la introducción de un alto al fuego en todo el territorio sirio», expresó el grupo opositor.

Igualmente, el presidente Vladímir Putin, el líder francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merke, en una conversación telefónica sostenida aplaudieron la nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la tregua en Siria. El mandatario ruso hizo un llamado a la coalición a cumplir “urgentemente” la orden de la organización, mientras aseguró que la labor de las fuerzas militares rusas es resolver los problemas humanitarios en Guta Oriental.

Pero nada de esto fue suficiente, el régimen sirio atacó el canal humanitario ignorando la resolución de la ONU, impidiendo el paso de los refugiados. Tras el ataque de Al Assad vinieron las respuestas de los terroristas que mantienen cercada Guta, aunque las fuerzas del Gobierno operan los puntos de control de acceso.

Frente a esto el canciller de Rusia Serguéi Lavrov, destacó que “la tregua siria no comenzará hasta que todas las partes (del conflicto) acuerden la manera en que el cese de hostilidades sea completo, y este se rija en todo el territorio».

Las Naciones Unidas asegura que en 2018 Al Assad sólo ha aceptado el 26 % de sus peticiones para entregar ayuda humanitaria. Además, estima que sólo 110 de 350 mil personas residiendo en Guta Este han podido beneficiarse de los apenas cinco convoyes permitidos este año. El último de los contingentes de ayuda entró en el distrito asediado coincidiendo con el inicio de la séptima mesa de negociación de Astana, sobre la que Rusia, Irán y Turquía debaten una salida al sangriento conflicto sirio.