John Bolton es el nuevo asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos. No es sorpresa. Su nombre tenía meses sonando para ese puesto. Sin embargo, al hacerse oficial el anuncio, las alarmas se prendieron en buena parte de los organismos de política exterior en todos los rincones del mundo. Es que el recién llegado a la administración Trump tendrá influencia sobre las áreas de mayor interés para Estados Unidos (EE.UU.). Es decir, el planeta.
La Casa Blanca se está llenando de halcones. Un halcón es el político que aboga por el uso de la fuerza para resolver los conflictos en detrimento del diálogo o cualquier otra solución pacífica. Consideraciones aparte, que la maquinaria bélica más poderosa del mundo tome este rumbo cambia todo el panorama internacional. Desde Corea del Norte hasta Venezuela, la llave entre Mike Pompeo como secretario de Estado y Bolton como asesor de Seguridad Nacional hará que EE.UU. juegue solamente sobre sus intereses, alejándose de su rol de policía mundial acorde a la ideología global.
Quién llega a la Casa Blanca
John Bolton es un abogado de 69 años, egresado de la Universidad de Yale en 1974. Al graduarse, empezó a trabajar en la capital estadounidense y en organizaciones de corte conservador, por lo que sus posiciones políticas no son un misterio ni son nuevas. De hecho, son bien conocidas y no es la primera vez que sirve al gobierno de su país. Es la cuarta, ya que anteriormente ha formado parte de las administraciones de Ronald Reagan (1981-1989), George H. Bush (1989-1993) y George W. Bush (2001-2009). Es un político republicano de carrera, muy lejos del perfil que buscaba Trump para sus colaboradores cuando llegó: rostros frescos que no formaran parte del «pantano» de Washington.
Muy cercano a Dick Cheney, el entonces vicepresidente lo colocó como ficha suya en el departamento de Estado, en donde sirvió como subsecretario de Estado para el Control de Armas. Desde esa oficina generó una polémica de dimensiones mundiales cuando el presidente Bush (hijo) justificó la invasión a Irak bajo la premisa de que Saddam Hussein tenía armas nucleares, químicas y biológicas. «Estamos seguros que Saddam Hussein tiene escondidas armas de destrucción masiva», dijo Bolton en el 2002. Tras tomar el control del territorio iraquí, se demostró que no habían tales armas.
Ese mismo año, Bolton preparó un discurso en el cual aseguraba que Cuba tenía un programa de armas biológicas. El analista jefe de armas biológicas del departamento de Estado lo desmintió bajo juramento en el Congreso. Sin embargo, el presidente Bush lo promovió en el 2005 a embajador ante las Naciones Unidas, cargo que ocupó durante un año y tres meses «temporalmente», ya que el Senado nunca lo confirmó por considerarlo demasiado agresivo para ese puesto.
A partir de ese momento, Bolton se dedicó a levantar fondos para empujar a los candidatos conservadores y sus respectivas legislaciones, además de ser comentarista del canal Fox News, plataforma que le sirvió para posicionarse ante los sectores más radicales de la derecha estadounidense, los mismos que terminaron llevando al poder a Trump.
El mundo según Bolton
«Bolton odia al Departamento de Estado. Ve a los diplomáticos estadounidenses como Demócratas de closet y pacificadores», declaró a Vox Richard Gowan, profesor de la Universidad de Columbia que ha estudiado la carrera de Bolton.
¿En qué consiste ser Asesor de Seguridad Nacional? En coordinar y sintetizar las políticas emanadas desde el Pentágono, el departamento de Estado, y otras agencias. Es el responsable de presentarle al presidente posibles estrategias a seguir con los planteamientos de oficiales de alto rango como el de Defensa y el de Estado, dándole su opinión y luego comunicándole a los involucrados las decisiones del presidente, asegurándose de que sean cumplidas.
En Zeta analizamos el nombramiento de Pompeo al frente de la diplomacia estadounidense y establecimos que su llegada aceleraría las soluciones militares a los problemas con los cuales debe lidiar Estados Unidos. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los militares compartan esta visión. Tanto Pompeo como Bolton son civiles y deberán convencer al Pentágono de que esa es la vía, en dado caso. Lo cierto es que para regímenes dictatoriales como el de Venezuela esos nombres no son buenas noticias.
En el 2017, Pompeo, entonces director de la CIA, dijo en Fox News que “los cubanos están ahí (en Venezuela); los rusos están ahí, los iraníes, Hezbollah está ahí. Esto es algo que tiene un riesgo de llegar a ser un muy mal lugar, así que América (EE.UU.) necesita tomarse esto muy seriamente”. En un podcast de Breitbart News, Bolton también hizo hincapié en la presencia cubana e iraní en el país suramericano.
“Esto ha sido un problema en Venezuela durante 25 años, exacerbado por la presencia, hoy en día, de altos funcionarios cubanos, efectivamente ayudando a Maduro a gobernar”, dijo el próximo Asesor de Seguridad Nacional. “La relación entre Chávez y Castro era muy cercana. Ha continuado».
“No olvidemos que Irán tiene bastante peso en la Venezuela de Maduro y lo tuvo durante Chávez también”, apuntó. “¿Por qué la embajada iraní más grande del mundo está en Caracas? Porque están lavando dinero a través de la misma y porque Venezuela, luego de Canadá, tiene las mayores reservas comprobadas de uranio”, expuso Bolton.
Venezuela debe ser una rara excepción para Bolton, ya que no ha propuesto de plano una solución militar. “Pienso que, observando el continuo espiral de caos y, ultimadamente, a la dictadura que vemos en Venezuela, se requiere que Estados Unidos se abra a la oposición, para ver con qué recursos cuentan -y no me estoy refiriendo a recursos militares- pero para ver si podemos ayudarles”, aconsejó.
Sin embargo, el embajador sí criticó las sanciones a los altos funcionarios del régimen venezolano, que en su criterio no son tan efectivas. “Esta es una amenaza a Estados Unidos. Pienso que las sanciones que podamos imponer van mucho más allá de lo que ya hemos hecho. Una sanción fue congelar los activos de Maduro en los Estados Unidos. Honestamente, ¿alguien cree que Maduro tiene algún activo que congelar en Estados Unidos? Debemos ser más más serios acerca de esto, y creo que podemos”, dijo Bolton.
Si las sanciones no son suficientes, si se puede hacer algo más pero ese algo más no es necesariamente una intervención militar, ¿qué debe hacer Estados Unidos en cuanto a Venezuela según Bolton? Todo indica que encontrará la respuesta en un plano muy similar al del ex director de la CIA Pompeo.
No es cualquier cosa que Bolton alerte sobre la presencia iraní en Venezuela. Los persas son una obsesión para este halcón. En un editorial abierto en The New York Times, el 26 de marzo del 2015, abogó por un bombardeo conjunto entre EE.UU. e Israel a las instalaciones nucleares persas. «El tiempo es terriblemente corto, pero un bombardeo todavía puede ser exitoso. Una acción como esta puede estar combinada con un vigoroso apoyo americano a la oposición iraní, apuntando a un cambio de régimen en Teherán».
Nótese que Bolton va directamente al cambio de gobiernos que se declaren anti-americanos, sin buscar soluciones intermedias o acuerdos de convivencia.
Sobre Corea del Norte, otro amigo del régimen que despacha desde el Palacio de Miraflores en Caracas, Bolton escribió en febrero del 2018 en otro editorial abierto, esta vez en The Wall Street Journal. «Los que se oponen a soluciones preventivas argumentan que no está justificado actual porque Pyongyang no constituye una ‘amenaza inminente’. Están equivocados. Es perfectamente legítimo para Estados Unidos responder a la actual necesidad que imponen las armas nucleares de Corea del Norte atacando de primero».
«Estoy particularmente preocupado de que, si la cumbre entre Trump y Kim fracasa, Bolton tome esto como una prueba de que debemos atacar a Corea del Norte», dijo Robert Kelly, estadounidense que enseña relaciones internacionales en la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur, a The Washington Post.
«Con la designación de Mike Pompeo por un lado, y la de John Bolton por el otro, el grupo de personalidades que nunca han ocultado su oposición al acuerdo nuclear con Irán está creciendo», dijo también al Post Pierre Vimont, un veterano diplomático francés ya retirado que ha estado involucrado en pasadas negociaciones con Irán.
Al respecto, Bolton escribió en el Journal que «los EE.UU. obviamente deberían buscar el beneplácito de Corea del Sur (y de Japón) antes de usar la fuerza, pero ningún gobierno extranjero, así sea un aliado cercano, puede vetar una acción que busque proteger a los americanos de las armas nucleares de Kim Jong Un».
El otro tema candente para la política exterior estadounidense es Rusia. Aunque Bolton ha desestimado el papel del Kremlin en la elección de Donald Trump, el 20 de marzo tomó una posición distinta en su cuenta en Twitter. Es decir, dos días antes de ser nombrado, cuando se supone que ya había acordado su nueva posición con Trump. «La reciente elección presidencial rusa fue una oportunidad para Putin de practicar la manipulación electoral en sus propias elecciones para ponerlo en práctica en otros lugares. Necesitamos una estrategia a largo plazo para lidiar con países con gobernantes de larga data como Rusia y China».
La era de los halcones está aquí.