Por.- Juan Fernández
Como se observa en la gráfica, el precio del crudo Brent está en el borde los ochenta dólares por barril y para el WTI se sitúa alrededor de los setenta dólares por barril, con un diferencial entre ambos crudos de unos ocho dólares. El mercado sigue considerando las sanciones a Irán conjuntamente con la declinación continua de la producción venezolana como elementos para la formación del precio. La oferta y demanda están en balance, por lo tanto la consideración sobre Irán de tipo coyuntural y la venezolana de tipo estructural, afectan el precio.
En cuanto a Irán, la nota del Bank of America-Merryl Lynch refleja como han venido cayendo sus exportaciones: “Los cargamento de exportación de petróleo iraní han declinado en 580.000 bpd en los pasados tres meses”. Según los datos de Bloomberg (ver gráfico), concentran el 61% de sus exportaciones a los mercados del Asia (China 24%, India 18%, Corea del Sur 14% y Japón 5%), pero de los 4 países ya tres de ellos vienen tomando acciones para buscar alternativas de suministro de crudo iraní. China, en la oportunidad anterior que se le aplicaron sanciones por parte de la administración del presidente Obama, continuó manteniendo las compras y se espera ocurra lo mismo en esta oportunidad bajo la administración Trump.
Según Bloomberg, un oficial del gobierno iraní dijo que: “Arabia Saudí y Rusia han secuestrado al mercado petrolero y han acusado a otros miembros de la OPEP como herramientas de los EEUU”. Lo anterior nos indica que la reunión de esta semana en Argelia probablemente sea compleja por las posiciones dispares, cuyo objeto es acordar la distribución del millón de bpd adicional.
En el caso de Rusia, su ministro Alexander Novak en reunión esta semana con empresas petroleras de su país, indicó que ve como coyuntural el aumento actual del precio del crudo y en su opinión volverá al rango de los US$50 por barril. Por lo tanto, para mantener su país el nivel de producción de 11 millones de bpd, harán falta programas de estimulo a ser implementados desde su gobierno.
Para Arabia Saudí las informaciones de las agencias indican que se mantienen cómodos con el nivel actual de precio del crudo, inclusive con un Brent por encima de los US$80 dólares por barril.
Por otro lado la Agencia Internacional de Energía en su informe mensual manifiesta los casos de Irán y Venezuela como los principales elementos que afectan el mercado petrolero. Para el caso de Venezuela, indica la nota su continua declinación de producción y además coincide con otros análisis sobre la irreversibilidad de la declinación que inclusive se pudiera acelerar. En cuanto a Irán, la nota coincide sobre el efecto de las sanciones a partir del 4 de noviembre. También señala el informe la falta de certeza sobre quién o quiénes podrían suplantar estas caídas de exportaciones, y estima un aumento en el retiro de inventarios operativos como estrategia de respuesta, estimada en unos 500 mil bpd durante el 4º trimestre de 2018.
Finalmente, el Departamento de Energía de los EE.UU. en su información preliminar, ubica a los EE.UU. como el principal productor de petróleo del mundo por encima de Rusia y Arabia Saudí, es decir su producción supera los 11 millones de bpd, y las proyecciones del 2019 mantienen un sostenido ritmo de crecimiento. Desde 1973 no ocupaba los EE.UU. esta posición, de hecho Dakota del Norte supera la producción de Venezuela y el estado Texas tiene más producción que Irak e Irán. Esto significa que 3 países – EE.UU., Rusia y Arabia Saudí – con una producción por encima de los 30 millones de bpd, representan un tercio de la oferta de crudo mundial que es del orden de los 98 millones de bpd.
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En cuanto a los niveles de inventario, en los EE.UU. para la semana pasada disminuyeron en 5,3 millones de bpd para un total de 396,2 millones de barriles, un 3% por debajo del promedio de los últimos 5 años según el informe del Departamento de Energía. En cuanto al número de taladros, de acuerdo a la data de Baker Hughes para la semana del 14 de septiembre totalizaron 1.055, que representan 7 más que la semana del 7 de septiembre y 119 más que hace un año para la misma fecha cuando totalizaron 936.
Por último, es clave hacer seguimiento a la situación de la disputa comercial entre los EE.UU. y China. Esta semana importaciones por un monto de US$200 mil millones de China a los EE.UU., tendrán un aumento de aranceles y habrá una respuesta de China con un aumento de tarifas a las compras de los EE.UU. por un estimado de US$ 60 mil millones. SI además, como varios economistas vienen señalando que estamos al final de un ciclo de crecimiento económico, la combinación de ambos efectos tendrá implicaciones en las estimaciones del crecimiento global del PIB y por ende de la demanda del crecimiento del crudo en especial en China, cuyas estimaciones se ubican alrededor de 600 mil bpd para el 2019.
Todo indica que la visita de Maduro a China, lo único que trajo fue una cena en uno de los restaurantes más lujosos de Estambul. Tal como hemos indicado en estas notas, el interés primordial en lo económico en cuanto a China en la actualidad es la disputa con los EE.UU. con respecto a la guerra comercial.
En el caso de Venezuela, se trata de un deudor por encima de los US$ 70-90 mil millones con limitadas posibilidades de repago del servicio de la deuda, no tan solo a los chinos sino también a otros deudores y lo convierten en un riesgo real de default. El ministro venezolano de Finanzas de la supuesta revolución, Simón Zerpa, declaró sobre la obtención de US$ 5.000 millones, lo cual usualmente se maneja como una línea de crédito, cuyo uso y retiros están atados a la compra de bienes y servicios chinos, ya en el mes de junio el mismo ministro dijo se habían recibido US$ 250 millones de China para el sector petrolero. Sin embargo, según lo indicado por las agencias de noticias, no ha habido en los medios de comunicación chinos o en comunicados del gobierno chino ninguna información sobre nuevos fondos para Venezuela.
Por otro lado, sobre las garantías se sigue despellejando lo poco que resta sobre PDVSA. Se indica un aumento de la participación en Sinovensa de CNPC pasando del 35,7% al 45,6%, lo cual implica la reducción de la participación de PDVSA del 64% al 54%. Lo que no está claro es cuál es la valoración del 10% transferido a CNPC y cómo afecta el balance de la deuda. Además, este cambio podría generar también cambios en los estatutos de la asociación, de los cuales tampoco se conoce.
Sobre la visita a China, Nicolás Maduro en rueda prensa con medios internacionales dijo: “La meta que tenemos es exportar 1 millón de barriles solo para China a través de la empresa China National Petroleum Corporation CNPC… tenemos que cumplir esta meta”. En nuestra opinión, alcanzar la recuperación de 1 millón de bpd, requiere inversiones que dentro de los anuncios de Maduro no se explican. Además, las exportaciones de 1 millón de bpd no son necesariamente a China, al ser CNPC la comercializadora perfectamente pudiera colocar en nuestros mercados naturales esos volúmenes afectando la participación de mercado de PDVSA, otra estrategia con el mismo resultado sería establecer acuerdos de swap de crudo de China con otros proveedores a los fines de mejorar las economías de los cargamentos que sin el destino de China estarían disminuyendo, además de la falta de competitividad del crudo venezolano con otros proveedores de China.
En relación a lo anterior, considerando la inestabilidad política, social y económica de Venezuela, las autoridades chinas saben que estos acuerdos y modificaciones deben ser aprobados y de conocimiento del poder legislativo, es decir de la Asamblea Nacional. Los medios indican como el presidente chino le exigió a Maduro condiciones políticas y económicas para continuar con la relación económica entre ambos países.
En conclusión siempre recuerdo el dicho popular cuando hablamos de los chinos, cuyo origen viene de cuando se dedicaban al negocio de las tintorerías y que sigue siendo aplicable en su totalidad con respecto a lo que hoy vive Venezuela: “Si no hay real, no hay ropa”.
@JFernandeznupa