Vuelve a peligrar propiedad de Citgo

 

Por Juan Fernández.

Como se observa en el gráfico, el precio promedio del crudo cae significativamente durante noviembre, aproximadamente unos US$14 por barril.

Este resultado es sin duda una de las razones por las cuales la OPEP y los países NO OPEP, liderados por Arabia Saudí y Rusia, deciden reunirse para acordar una reducción del suministro al mercado. El mercado durante el mes de noviembre también observó cómo tras las sanciones a Irán, la aplicación de waivers a los principales clientes iraníes quitó presión a la premisa de exportaciones cero por parte de Irán. Por otro lado, el aumento de los niveles de inventario principalmente por los observados en los EEUU que se encuentran por encima del promedio de 5 años, es otro factor clave para la formación del precio del crudo.

Adicionalmente, las expectativas y proyecciones sobre el comportamiento económico global, lo cual a su vez afecta las estimaciones de demanda de crudo hacia la baja, principalmente por la disputa comercial entre los EEUU y China, es otra consideración del mercado. Por lo tanto tomando en cuenta esos factores, la OPEP y NO OPEP se reunieron la semana pasada en Viena para tratar la reducción de suministro al mercado, en su lenguaje actual, con el propósito de balancear el mercado y en realidad para aumentar el precio. El propósito en la mayoría de los países busca equilibrar los presupuestos, ya que en la actualidad son deficitarios.

La reunión tuvo como resultado el anuncio de una reducción de 1,2 millones de bpd, de los cuales 800 corresponden a la OPEP, con las excepciones de Irán por efectos de las sanciones, Libia por su situación interna y Venezuela, en donde para algunos analistas, la justificaron las autoridades venezolanas por sanciones, que conllevan a la caída de la producción. No obstante, la realidad es que Venezuela está produciendo unos 900 mil bpd por debajo de su compromiso de suministro, y por los vientos que soplan continuará cayendo, por lo tanto no se justifica acordar más reducción, cuando por si sola la producción cae.

Los restantes 400 mil bpd vendría fundamentalmente de Rusia, para la que, como en oportunidades anteriores, le tomara un tiempo hacer los ajustes para llevar a cabo la reducción comprometida.

El siguiente cuadro nos muestra la evolución diaria del precio, una vez conocida la decisión de la OPEP-NO OPEP.

Por los resultados todo parece indicar como el mercado en las primeras horas ya había descontado el efecto de la reducción o todavía el mercado no reacciona al alza.

El acuerdo de reducción de 1,2 millones tendrá una duración de 6 meses y durante el primer trimestre de 2019 se evaluará su resultado.

El mercado tendrá muy en cuenta el comportamiento de los inventarios par determinar la efectividad de la medida de menor suministro, y se verá reflejado en el precio del crudo.

De acuerdo al reporte mensual de la OPEP, la producción de Venezuela vuelve a caer en noviembre en 52 mil bpd según fuentes independientes, que en nuestra opinión son mucho más confiables y válidas que las indicadas por PDVSA y el Ministerio de Petróleo, que reflejan un aumento de producción de 31mil bpd, tal como se muestra en el cuadro.

Con el resultado de las fuentes independientes es evidente que Venezuela, con la gerencia de la industria por si sola reduce producción y por lo tanto no requiere se acuerde un compromiso, pues ni siquiera cumple el 1,9 millones de bpd, que fue su compromiso inicial durante los primeros acuerdos de reducción de producción.

Como consecuencia, la situación de caja de PDVSA y por ende del país es deficitaria. Está utilizando PDVSA un mecanismo de pagos selectivos para atender sus obligaciones, pero según fuentes tanto desde Venezuela como desde el exterior, el default de los papeles de PDVSA y de la Republica, es evidente.

Con esta real situación de caja, la presión de los acreedores tiene que ser cada vez mayor. Es por ello, que tanto chinos como rusos están exigiendo se cumpla con sus pagos, los cuales como sabemos son en base a entregas de crudo que dado el nivel de producción en caída, utiliza PDVSA las entregas selectivas al igual que hace con los pagos en dinero.

Nicolás Maduro, quien recientemente hizo un viaje a Moscú y según sus informaciones habría acordado recursos por el orden de US$5.000 millones para levantar producción, vuelve a ser en nuestra opinión, un caso de publicidad engañosa, considerando los siguientes aspectos:

En primer lugar no paga la deuda actual, ni realiza las entregas de crudo. En segundo lugar, es evidente que los rusos prefieren y jerarquizan económicamente desarrollar primeros sus recursos energéticos y luego de haber recursos disponibles ver como están las opciones en terceros países, en donde Venezuela, con toda seguridad no es la primera opción. Tercero, el desarrollo de crudo extra pesado de la Faja para ser llevado a calidad comercial requiere de fuertes inversiones, costos de operación significativos, y la pregunta es a cuáles mercados se atenderá con un suministro confiable, lo cual no ocurre en PDVSA desde hace tiempo.

En consecuencia, los US$5.000 mil millones, tal como lo refleja la nota del FInancial Times de la semana pasada, nadie en Rosneft, la petrolera rusa que seria el vehículo para administrar el préstamos, conoce nada al respecto.

Rusia favorecerá geopolíticamente a sus intereses estando en Venezuela, pero desde el punto de vista energético no es una opción requerida para su negocio petrolero.

Precisamente PDVSA por esa situación de estrechez de caja, no tiene capacidad para honrar sus obligaciones y nuevamente, vuelve a surgir el caso de Cristallex y CITGO. Cristallex contrata nuevamente para llevar a subasta activos de CITGO que le compensen el monto otorgado por el tribunal de arbitraje. Es decir, el acuerdo que se había anunciado, no se cumplió y por ende Cristallex retoma el camino inicial. A la par, otros acreedores tomarán nota de la situación y vendrán acciones para tratar de proteger al máximo los papeles de deuda que poseen, buscando mecanismos que les garanticen lo máximo posible.

Por ultimo, nuevamente un ejecutivo de PDVSA se declara culpable del uso de malas prácticas, es decir : corrupción. Uno se pregunta; ¿Si la supuesta revolución fuese tan bonita como la pintan por qué no van a rendir cuentas ante los camaradas en vez de estar sujetos al imperio de la ley, precisamente en el Imperio? La red de corrupción de PDVSA un mecanismo perverso que adicionalmente saquea el patrimonio de los venezolanos, se utiliza para ejercer el control del poder y social.

@JFernandeznupa