Alex Wong/Getty Images

Por FERNANDO LUIS EGAÑA

No es un recién llegado a la política, el nuevo presidente Biden. Al contrario,  es la suma del político profesional, por vocación, experiencia e intereses. Sólo le faltaba ocupar la Casa Blanca para cumplir su máxima aspiración. Y lo ha logrado en medio de un camino tortuoso.

Para empezar, derrotar a Trump parecía increíble a comienzos del año anterior. El Covid y los graves efectos económicos, entre otras razones, contribuyeron en buena medida en transformar las elecciones presidenciales de noviembre, en un referendo sobre Trump, y éste lo perdió.

Lo que no quiere decir que desaparezca de escena, a pesar de lo tóxicas que fueron sus últimas semanas. Trump puede convertirse en un gran dolor de cabeza para Biden.        

Al igual que el activismo del ala más a la izquierda del partido Demócrata, y más allá, cuyas críticas y algunas manifestaciones violentas ya se hacen sentir.

Biden ha ofrecido conciliar o trabajar por la unidad de EE.UU., país no sólo polarizado sino también fragmentado. Ojalá y pueda avanzar en ese sentido. El tema de Biden y Venezuela lo dejo para una próxima ocasión.