Guarenas estrena obispo

La crónica menor – Cardenal Baltazar Porras Cardozo

Las dos últimas diócesis venezolanas creadas finalizando el siglo XX fueron Guarenas y Punto Fijo, las cuales desde 1997 han quedado constituidas como iglesias locales con autonomía propia. El siglo XXI está siendo fecundo en la preocupación de la Iglesia en estar cerca del pueblo, dando pie a la creación de nuevas circunscripciones eclesiásticas que responden mejor a la división político-territorial, dado el crecimiento poblacional. En el 2002 fueron creadas las diócesis de Carúpano y Acarigua-Araure. El 2011 Machiques pasó de ser Vicariato Apostólico a Diócesis. En el 2015 Guasdualito con medio estado Apure. Y, en el 2018 el sur del estado Anzoátegui pasó a ser la diócesis de El Tigre.

El obispo fundador de la diócesis mirandina de Guarenas fue Mons. Gustavo García Naranjo quien estuvo al frente de la misma por veinticuatro años. En cumplimiento de la norma canónica de la renuncia por razón de la edad, pasa a la condición de emérito. El Estado Miranda es uno de los más complejos del país por su configuración geográfica y la diversidad de las regiones que lo conforman. Los Altos Mirandinos en los que se encuentra la capital Los Teques abarca la región montañosa cercana a Caracas. Los Valles del Tuy, con crecimiento explosivo e irregular en su población en las últimas décadas, tiene también idiosincrasia propia.

Varios municipios de la Gran Caracas forman parte del Estado: Municipio Sucre (Petare), Baruta, El Hatillo y Chacao, aunque han sido arropados por la capital, y dependen en la mayor parte de los asuntos civiles y eclesiásticos de Caracas. El oriente del estado, Guarenas, Guatire y Barlovento tiene también una configuración social variada, con la mayor densidad poblacional en las dos ciudades nombradas y la extensa barloventeña con rasgos característicos, agrícola y marítima y turística en parte de ella. Esta región conforma la diócesis con la capitalidad en Guarenas y la Virgen de Copacabana como su patrona.

El sábado 6 de febrero tomó posesión su segundo obispo, Mons. Tulio Luis Ramírez Padilla, caraqueño de nacimiento (28-2-1960), del clero de Valencia donde recibió la ordenación sacerdotal (5-8-1984). Estudió en Toledo y Roma, siendo licenciado en derecho canónico. El 8 de julio del 2012 recibió la ordenación episcopal como Auxiliar de Caracas, con la sede titular de Ausuccura. Al lado del Cardenal Jorge Urosa y de mi persona ha desarrollado amplia experiencia episcopal en los muchos servicios pastorales de la arquidiócesis caraqueña. Presidente de la Comisión Episcopal de Medios y Vicepostulador de la causa de beatificación del Dr. José Gregorio Hernández.

Cálido recibimiento de parte de las autoridades, clero, religiosas y la feligresía que se dieron cita en la catedral de Guarenas en hermosa celebración, con las medidas de bioseguridad y la participación de las ricas tradiciones religiosas de la región que tuvieron actuación en la misa de entronización. Un buen grupo de obispos, sacerdotes locales y de Caracas y Valencia, en menor número del deseado por las circunstancias de la pandemia y las restricciones de movilización.

Le auguramos a Mons. Tulio un fecundo ministerio. Su sencillez y cercanía, el deseo de encarnarse en la realidad de sus comunidades y trabajar incansablemente en la promoción vocacional, la atención a los jóvenes, a las parroquias más alejadas, y con sensibilidad social e interés en los modernos medios de comunicación. Que el Señor, la Virgen de Copacabana y San Pedro, lo acompañen en esta nueva etapa de su vida como discípulo misionero de la grey que le ha confiado el Papa Francisco. Ad multos annos.