*** Amerie Jo Garza, de diez años, fue quien llamó al 911 cuando el asesino empezó a disparar en la escuela de Uvalde, en Texas. Murió tiroteada.
Por Pete Romero
Una de las niñas asesinadas el pasado martes en el centro de primaria Robb en Uvalde (Texas) es Amerie Jo Garza, quien hace dos semanas cumplió 10 años.
El asesino irrumpió en la escuela armado con una pistola y un rifle y mató a 19 niños y a dos profesoras. Amerie Jo será recordada como una heroína: recibió el disparo mientras llamaba desde su teléfono móvil al 911 para tratar de salvar su vida y la de sus compañeros.
Era el último día de clase, el ambiente era distendido y los alumnos se fotografiaban con sus orlas. Pasadas las 11:30 horas, el asesino entró en el aula al grito de «¡van a morir!», relata la abuela de Amerie Jo, Berlinda Irene Arreola quien dijo «Mi nieta fue asesinada a tiros por tratar de llamar a emergencias».
Amerie Jo fue una de las primeras víctimas. Como también recuerda su abuela, el asesino, en vez de quitarle el celular o romperlo optó por disparar. Lo hizo indiscriminadamente, «contra cualquier cosa que se interpusiera en su camino», explica el Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Minutos antes, el asesino había asesinado a su abuela.
Fueron horas angustiosas. Los medios de comunicación daban cuenta del suceso e iba aumentando el número de víctimas. Las familias de los menores no disponían de más información. Ángel Garza, padrastro de Amerie Jo, buscó auxilio en Facebook: «Han pasado siete horas y todavía no sé nada de mi amor. Por favor, ayúdenme a encontrar a mi hija».
Ángel, quien crió a Amerie Jo junto con su madre desde que era un bebé, volvió a escribir en Facebook pasadas las 23:00 horas con la peor noticia. Las autoridades les habían comunicado que la niña había resultado herida de muerte y que el cadáver se encontraba en la oficina del médico forense del condado de Bexar a la espera de autopsia.
Amerie Jo deja a un hermano de tres años, Zayne, al que adoraba. Sus padres no saben cómo decirle que su hermana no volverá: «Se despierta por la mañana y pregunta por ella». Según su abuela, «era inteligente, muy extrovertida y tenía un corazón generoso». Su padrastro habla de ella como «la cosa más dulce».
Estados Unidos llora un nuevo tiroteo masivo, pero poco o nada va a cambiar ante la rigidez del Partido Republicano, que desoye el clamor del Demócrata, también del presidente Joe Biden en pro de un control de las armas.