Empresario ruso admite intromisión en elecciones

Empresario ruso admite que el Kremlin interfirió en elecciones de EEUU

Esta es la segunda declaración de este tipo que hace Prigazhin de 61 años, lo que se ha interpretado como una búsqueda por relevancia política.

Por José Piñeiro

El empresario ruso Yevgeny Prigazhin admitió que «hemos interferido, estamos interfiriendo y seguiremos interfiriendo. Cuidadosamente, con precisión, quirúrgicamente y a nuestra manera» en las elecciones de Estados Unidos.

Prigazhin dijo que «durante nuestras operaciones puntuales, extirparemos los dos riñones y el hígado a la vez», sin dar detalles si se refería a sus empresas o al Estado ruso. Así el oligarca confirma acusaciones históricas en su contra que había negado, y también en la primera persona cercana al dictador Vladimir Putin que da este tipo de confesiones, la cual se da precisamente antes de las votaciones a las que se someterán los estadounidenses para renovar en su totalidad la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

Esta es la segunda declaración de este tipo que hace Prigazhin de 61 años, lo que se ha interpretado como una búsqueda por relevancia política. La anterior fue en septiembre, dijo públicamente que estaba detrás de la fuerza mercenaria del Grupo Wagner –una organización paramilitar privada rusa- algo que también había negado anteriormente, y habló abiertamente sobre su participación en la guerra de 8 meses de Rusia en Ucrania. El contratista militar también ha enviado sus fuerzas a lugares como Siria y el África subsahariana.
El empresario tiene historia conflictiva con Estados Unidos. En 2018 fue acusado –junto a una docena de ciudadanos rusos y tres empresas rusas- por EE. UU. de operar una campaña encubierta en las redes sociales destinada a fomentar la discordia y dividir la opinión pública estadounidense antes de las elecciones presidenciales de 2016 ganadas por el republicano Donald Trump.

En julio, el Departamento de Estado ofreció una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, e incluso sobre Prigozhin y la Agencia de Investigación de Internet, una evidente granja de trolls en San Petersburgo que fue acusado de financiar.