De Santis y Trump

Ron DeSantis: el Trump predecible

El gobernador de Florida ha anunciado su candidatura presidencial por los republicanos. ¿Quién es el contrincante de Donald Trump?

Publicado en dw.com

«El coraje de ser libre: el Plan de la Florida para el renacimiento de Estados Unidos» es el nombre del libro que Ron DeSantis presentó a finales de marzo. El mensaje con el que este hombre de 44 años recorre desde entonces los estados decisivos en las primarias para la candidatura presidencial republicana es sencillo: ningún gobernador estadounidense ha conseguido más para su estado que él. O más sencillo aún, como su lema de campaña y grito de guerra de sus seguidores: «DeSantis 2024 – Make America Florida».

DeSantis se encuentra, por el momento, en la cima del poder, tras haber sido reelegido por un claro margen a finales de 2022. Y ello a pesar de que Florida se considera un estado bisagra. Un estado en el cual algunas veces ganan los republicanos, y otras los demócratas. Pero DeSantis también consigue conquistar a los votantes indecisos, y esa quizás sea su ventaja en la batalla por la Casa Blanca en 2024.

El gobernador de Florida gana puntos en su país gracias a buenos datos económicos, recortes fiscales y una política durante la pandemia bajo el lema «libertad contra el faucismo». DeSantis arremete contra el virólogo jefe estadounidense Anthony Fauci, hace campaña contra las restricciones por el coronavirus y prohíbe a las empresas pedir a sus empleados pruebas de vacunación. Sus críticos le apodan por ello «Death Santis», pero mucha gente en Florida lo celebra por ello.

DeSantis y Trump ya no son los mejores amigos

Incluso Donald Trump, que contribuyó decisivamente a engrandecer a su fiel partidario DeSantis, describió durante un largo tiempo a su hijo adoptivo político como un «joven líder brillante». Hasta que el expresidente estadounidense se dio cuenta de que había engendrado a su propio contrincante y competidor. Desde entonces, lo llama «Ron DeSanctimoniuos», un político hipócrita y desagradecido sobre el que Trump, según dice, sacará a la luz pública algunas cosas desagradables.

La estrategia de DeSantis para responder a los ataques de Trump: silencio. En los discursos de campaña ya ni menciona su nombre. El gobernador de Florida intenta presentarse como quien es, también un hombre de línea dura y un defensor de una política estrictamente conservadora, pero sin caos, sin escándalos y sin pleitos. Como un «Trump con cerebro», como muchos lo llaman.

Pero en su camino hacia la Casa Blanca, es inferior a su rival en un aspecto importante: Mientras que Trump puede azuzar sin esfuerzo una gran sala y ponerla en ebullición, DeSantis es considerado un orador estructurado, pero soso y aburrido.

Agenda ultraconservadora en Florida

Ron DeSantis podría incluso esperar que no se necesiten discursos en absoluto, que sus políticas en Florida se valgan por sí mismas como billete de entrada a la Casa Blanca. «Florida es el estado donde ‘woke’ morirá», dice. El gobernador ha declarado una guerra cultural en el Estado del Sol y le ha dado vida con leyes como «Stop Woke», «Don´t say gay” y «Parental Rights in Education Law». Educación sobre la homosexualidad en las escuelas: prohibida. Temas como el racismo y la esclavitud en las aulas: prohibidos. Deportes femeninos para alumnos transexuales: prohibidos.

Y DeSantis también garantiza que los abortos estén prohibidos en Florida a partir de la decimoquinta semana. Después de ese lapso, los abortos solo son posibles en casos excepcionales, por ejemplo, si la vida de la madre corre peligro. La violación, en cambio, no se considera un caso excepcional.

Si DeSantis no solo vence a Donald Trump en la campaña presidencial republicana, sino también al demócrata Joe Biden, las cosas se pondrán bastante incómodas, y no únicamente para la izquierda liberal estadounidense. Sobre el compromiso de la política exterior estadounidense en Ucrania, DeSantis dijo en Fox News que no es un «interés nacional central» de Estados Unidos verse «arrastrado aún más a una disputa territorial entre Ucrania y Rusia».