Sainz

La falta de ambición de Ferrari y el monumental enfado de Carlos Sainz

Los de Maranello completaron un nefasto Gran Premio de Mónaco del que se llegaron a ver favoritos. Pierden terreno con Mercedes y Aston Martin.

Por Sergio Martínez – Publicado en www.caranddriver.com

Estaba apuntada a fuego en el calendario para Ferrari, pero la cita de Mónaco no arrojó ni mucho menos los resultados soñados. Charles Leclerc cruzó meta en sexto lugar, mientras que Carlos Sainz se tuvo que conformar con ser octavo.

De la victoria, a un resultado muy pobre

La magnitud de la negatividad de este resultado se entiende mejor poniendo por delante que Ferrari aspiraba a lograr la pole position, pues habían mostrado competitividad para ello. Y una pole en Mónaco, acostumbra a transformarse en victoria.

Pero solo Max Verstappen y Fernando Alonso acabaron luchando por la pole mientras que Charles Leclerc fue tercero y Carlos Sainz quinto. Y como en Ferrari no existe el fin de semana tranquilo, el monegasco sería sancionado por bloquear el intento de Lando Norris de tal forma que desde el equipo solo pudieron disculparse por la torpeza cometida.

La sanción dejaba a Carlos Sainz en cuarta posición con Esteban Ocon por delante. Un único rival para el podio. Al igual que Aston Martin, Sainz acertó partiendo a carrera con neumático duro, lo que le daba más margen de maniobra ante las incidencias de final de carrera, mientras que Esteban Ocon por delante y Lewis Hamilton por detrás, montaban goma media.

Sainz era notablemente más rápido que el Alpine desde la primera vuelta, y ya tuvo un susto al golpear por detrás a Esteban Ocon cuando trataba de meterle presión. Para su fortuna, Ocon mantuvo el control del Alpine y Sainz solo sufrió daños menores en el alerón que no le impidieron continuar.

Y entonces llega la maniobra difícilmente comprensible. Vuelta 31, se detiene Lewis Hamilton que trata de lanzar un “undercut” sobre los pilotos de delante. A diferencia de otros años, no hubo problemas para calentar los neumáticos y el Mercedes, pese a pasar al neumático duro, ya marcó morados en el primer parcial. Esto puso en alerta a Alpine, que llamó a Esteban Ocon para protegerse.

La maniobra le salió bien a Alpine, ya que logró dejar atrás a Hamilton. Sainz, por su parte, tenía aire limpio y neumáticos duros. Era hora de imponer su ritmo. Pero Ferrari le llamó a boxes. A pesar de haber comenzado la carrera con goma dura, Ferrari calcó la estrategia de los que salieron con medias. Y en cierta manera, cumplieron en el objetivo. ¿Cuál era el objetivo? Mantener por detrás a Lewis Hamilton.

Defenderse de Lewis Hamilton antes que atacar a Esteban Ocon

Ferrari mostró una terrible falta de ambición en la que priorizaron el conservar el cuarto puesto al arriesgar y luchar por el tercero. Sainz debía optar por el ‘overcut’, permanecer en pista tanto tiempo como fuera posible ya que los neumáticos mostraban grandes signos de desgaste y la posibilidad de que apareciese un coche de seguridad le resultaría terriblemente beneficiosa.

Cierto es que la parada de Ocon fue más lenta de lo normal, pero en Ferrari despreciaron en exceso el tiempo que se ganaba con neumático nuevo. El resultado es que Sainz vuelve a pista y lo primero que se encuentra enfrente de él es la trasera de Esteban Ocon. Es ahí cuando el piloto español entra en cólera y pide a gritos explicaciones al equipo que solo acierta a decirle que había que protegerse de Hamilton, a lo que Sainz volvió a contestar “No me importa Hamilton”.

Unas vueltas más tarde apareció la lluvia, Sainz vio la oportunidad de ganarle la posición a Ocon, pero lo acabó pagando caro, con una salida de pista que si bien no le ocasionó daños, si le hizo perder posiciones. Y como no era el día, Ferrari fue el último equipo en montar intermedios con una parada doble a sus dos pilotos que rodaban juntos y que se tradujo en que Sainz también cedió posición ante Pierre Gasly.

Era un Gran Premio para pensar en la victoria, pero el bagaje es un pobre sexto y octavo.