Nebulosa

La NASA publica espectaculares imágenes de la Nebulosa del Anillo

Este lunes la NASA dio a conocer imágenes de extraordinaria resolución capturadas por el telescopio espacial James Webb  de uno de los objetos astronómicos más fascinantes del espacio, la Nebulosa del Anillo, formada de los restos de una estrella en descomposición que se desprende de sus capas externas al quedarse sin combustible. 

La Nebulosa del Anillo, también conocida como M57 y NGC 6720, recibe su nombre por su forma de rosquilla distorsionada. El objeto astronómico está relativamente próximo a la Tierra, a unos 2.500 años luz, y es posible observarlo con telescopios medianos durante las noches de verano en el hemisferio Norte.

Las nuevas imágenes  proporcionan una resolución espacial y una sensibilidad espectral nunca vistas hasta ahora, que han permitido observar los intrincados detalles de la estructura filamentosa del anillo interior, o conocer mejor las regiones exteriores del anillo, en las que se aprecian unos diez arcos concéntricos.

En las fotografías se ve casi directamente uno de los polos de esta estructura, como una especie de barril de material de colores brillantes que se extiende lejos de la Tierra: «Cuando vimos las imágenes por primera vez, nos quedamos asombrados por la cantidad de detalles que contenían», dijo el astrofísico Rogers Wesson, de la Universidad de Cardiff, en un comunicado difundido por la NASA.

Aunque el centro de la rosquilla pueda parecer vacío, en realidad está lleno de material de menor densidad que se extiende y se aleja a la vez, creando una forma similar a la de un balón encajado en el hueco central de la rosquilla: «El anillo brillante que da nombre a la nebulosa está compuesto por unos 20.000 grupos individuales de gas hidrógeno molecular denso, cada uno de ellos tan masivo como la Tierra», añadió Wesson.

Por qué importa: La Nebulosa del Anillo es uno de los objetos astronómicos más fascinantes del espacio, recibe su nombre por su forma de rosquilla distorsionada y está relativamente próximo a la Tierra, a unos 2.500 años luz, siendo posible observarlo con telescopios medianos durante las noches de verano en el hemisferio Norte.