El nuevo gobierno de Javier Milei implementa medidas audaces para reformar la economía argentina, incluyendo una significativa devaluación del peso.
El gobierno del recién asumido presidente argentino, Javier Milei, no ha tardado en dejar su huella en la economía del país. Dos días después de su toma de posesión, su ministro de Economía, Luis Caputo, ha anunciado un conjunto de 10 medidas económicas que prometen transformar radicalmente el panorama fiscal y monetario de Argentina.
La decisión más impactante ha sido la devaluación del peso argentino en un 50%, estableciendo el cambio oficial del dólar a 800 pesos. Esta medida, sin precedentes en la historia reciente del país, busca abordar el problema crónico del déficit fiscal, según explicó Caputo.
Caputo, en su discurso, enfatizó la importancia de estas medidas para la recuperación económica de Argentina. «Cada año, el Estado gasta más de lo que ingresa, y es hora de poner fin a esta práctica insostenible», declaró.
Entre las medidas anunciadas se encuentran la no renovación de los contratos laborales del Estado con menos de un año de vigencia, la suspensión de la pauta publicitaria del Gobierno Nacional por un año y una notable reducción de los ministerios y secretarías. Esta última implica un recorte superior al 50% de los cargos jerárquicos políticos y del 34% del total de cargos políticos del Estado Nacional.
Además, el gobierno de Milei planea minimizar las transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias, cancelar nuevas licitaciones de obra pública y reducir los subsidios a la energía y el transporte, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Sin embargo, no todo son recortes en el plan de Milei. El gobierno también ha prometido duplicar la Asignación Universal por Hijo y aumentar la tarjeta alimentaria en un 50%, en un esfuerzo por aliviar el impacto de las medidas de austeridad en los sectores más vulnerables.
Estas reformas económicas representan un cambio drástico en la dirección de la política económica de Argentina, y han sido recibidas con una mezcla de optimismo y preocupación por parte de analistas y ciudadanos. Con el país en una encrucijada económica, el mundo observa atentamente los próximos pasos de la administración Milei.