ORENSE

Condenan en EE.UU. a venezolano por conspiración más tráfico de drogas y armas

Carlos Orense Azocar, presuntamente vinculado con altos funcionarios en Venezuela, enfrenta cadena perpetua en EE. UU. por delitos de narcotráfico.

Carlos Orense Azocar, ciudadano venezolano de 68 años, ha sido condenado por cargos de conspiración para exportar cocaína, tráfico de drogas y armas desde Venezuela, según anunció la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos (USAO).

El veredicto, que podría resultar en cadena perpetua para Azocar, fue emitido por el juez federal de distrito Vernon S. Broderick el pasado 12 de diciembre tras un juicio de dos semanas.

El fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, junto con la coordinadora de la DEA, Anne Milgram, destacaron que Azocar trabajó con altos funcionarios corruptos de Venezuela y miembros de agencias militares y de inteligencia para distribuir toneladas de cocaína a Norteamérica.

“Durante más de una década, Carlos Orense Azocar trabajó con algunos de los narcotraficantes más grandes del mundo para enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos», declaró Williams. Azocar se asoció con funcionarios gubernamentales y militares corruptos de alto rango en Venezuela y utilizó un arsenal de armas de alto poder para proteger su organización.

Milgram detalló que desde 2003, Azocar inició la distribución de sustancias en Venezuela, ayudando a transportar, recibir y distribuir cargamentos de cocaína que oscilaban entre cientos y miles de kilogramos. La operación se extendía desde Venezuela a México, República Dominicana y otros países.

La DEA resaltó que Azocar operaba desde fincas en Venezuela, donde almacenaba cocaína en tanques subterráneos y contaba con pistas de aterrizaje clandestinas y puertos para despachar aviones cargados de droga. El condenado también trabajó y pagó sobornos a funcionarios de alto rango en el gobierno venezolano, incluyendo generales militares y oficiales del ejército, y comisionados de la policía nacional.

Además, Azocar se asoció con fuerzas guerrilleras armadas en Colombia y Venezuela para obtener cocaína y asegurar el paso seguro por el territorio. Para proteger y expandir su organización, empleó armamento de alto poder y un equipo de seguridad para custodiar las fincas y la droga.